Imágenes de la antigua iglesia del Carmen de Zaragoza

         Hace unos días nos visitó D. Francisco Sangorrín Perdiles para investigar sobre la Hermandad de Nuestra Señora de la Peana en Zaragoza que tuvo su primera sede canónica en la antigua iglesia del Carmen, que desgraciadamente fue demolida.

         Ahora, nos ha enviado una serie de imágenes de ese templo que han venido a completar las que ya teníamos en nuestro archivo.

         Era una iglesia de tipo de predicación, de características muy parecidas a las de la iglesia del convento de la Concepción de Borja, con una cúpula sobre el crucero y naves laterales con capillas.

         En uno de los lados del transepto se encontraba el altar del Santo Cristo de los Sitios, una imagen que se salvó de la tragedia de aquel acontecimiento bélico y es objeto de muy especial veneración. Incluso hubo, con sede en esa  iglesia, una cofradía penitencial con el título de la Santísima Virgen Macarena y el Santísimo Cristo de los Sitios que tuvo una vida fugaz. Ahora la imagen se encuentra en el nuevo templo del  Carmen.

         En una de las capillas del lado de la Epístola de esa iglesia se encontraba el retablo mandado construir por la colonia borjana. Fue realizado en el taller de los hermanos Albareda y su importe ascendió a la cantidad de 11.200 pesetas, mientras que la imagen (copia de la que existía en la cooperativa de consumo Ntra. Sra. de la Peana) costó 5.000 pesetas (obra también de los hermanos Albareda). La corona de la Virgen fue realizada por los Talleres por un importe de 550 pesetas.

         Con objeto de abrir la avenida de Cesar Augusto, la iglesia del Carmen fue demolida y la hermandad de Ntra. Sra. de la Peana fue acogida en la parroquia de San Miguel de los Navarros, readaptando el retablo al nuevo espacio. Con el tiempo, el escudo de Borja que lo remataba terminó siendo colocado en la capilla de nuestra Patrona de la colegiata de Santa María.

         En lugar del antiguo templo fue levantada la nueva parroquia del Carmen, junto a la puerta del mismo nombre, frente a la que todos pasamos al entrar en la capital aragonesa. Es preciso recordar que la proyectada avenida no llegó a terminarse, pues se prefirió mantener en pie el Mercado Central que se cruzaba en su trazado.