Durante nuestra reciente visita a la Torre de Campos en Ainzón, D. Severino de Llanza nos mostró el acueducto existente muy cerca de su propiedad que no conocíamos, a pesar de que una imagen del mismo aparece en la página de su Casa Rural, entre los monumentos próximos.
En
Ainzón es conocido como el “puente romano”, pero es difícil que tenga ese
origen, aunque están documentados algunos escasos ejemplares construidos con
ladrillo en esa etapa histórica.
El que
estamos comentando consta de un arco único de amplia luz tendido sobre el
barranco. No se trata de un puente, sino de un acueducto. Existen otros
ejemplos en nuestra zona, a los que nos referiremos en un próximo artículo.
Sobre
el discurren las aguas que nacen en el manantial de Vargas, parte de las cuales
se despeñan en el barranco a través de un antiestético tubo de uralita. El
acueducto que, probablemente, estuvo descubierto inicialmente, está ahora
recubierto de hormigón, con una reja a su entrada.
En
cualquier caso, es un bonito monumento que esperamos pueda estudiar D.
Guillermo Carranza, dentro de la serie de obras dedicadas al Patrimonio
Hidráulico de la cuenca del río Huecha, de la que ya han aparecido dos
volúmenes y, en estos momentos, está preparando el correspondiente a la parte
inferior de la misma.
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