Lo que aparecía en la postal era la torre del homenaje del castillo, construido por los condes de Lemos en el siglo XIII, siendo la parte mejor conservada del mismo, pero no la única.
También se mantiene en pie otra torre de menor tamaño y de época posterior, así como restos de las murallas que ceñían todo el conjunto.
Fueron, como hemos dicho, los señores
de Lemos (más tarde creados condes) los que edificaron la fortaleza en el monte
de San Vicente (367 metros), donde ya existía desde el siglo X un monasterio
benedictino con el título de San Vicente del Pino.
El monasterio, cuyo aspecto actual
corresponde a la remodelación efectuada en el siglo XVII, fue convertido en Parador
Nacional de Turismo, con sus habitaciones dispuestas en torno al hermoso patio.
La torre del
castillo, que tiene 30 metros de altura, es también fruto de la reedificación
efectuada en el siglo XV, tras la destrucción que sufrió durante la guerra irmandiña,
una gran revuelta social que afectó a Galicia entre 1467 y 1469.
El interior se distribuye en cuatro plantas
comunicadas por una escalera de madera. Está acondicionada para su visita, como
muestran las imágenes, aunque no sabemos si corresponden a la última
remodelación efectuada en 2020 por el Ayuntamiento de Monforte de Lemos, para
mejorar sus contenidos que anunció la dedicación de la planta baja a recepción
de visitantes; la segunda a la presentación de la organización social; la tercera
en la que se mostrarán los elementos más relacionados estéticamente con la
construcción de la torre; y la cuarta dedicada a la historia del Monforte y del
castillo, para terminar en la cubierta, rodeada de almenas, desde la que puede
contemplarse una hermosa perspectiva de la localidad y del valle del río Cabe.
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