Al
frente de la comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pozuelo de Alarcón llegó su
Presidente el Dr. D. Juan José Granizo Martínez que, además de ser un destacado
especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública en el Hospital
Universitario “Infanta Cristina” de Parla, es un impulsor de numerosas
iniciativas culturales en Pozuelo de Alarcón, localidad en la que la familia
Granizo es toda una institución.
Tenía
especial interés en conocer el Centro de Estudios Borjanos, de cuyas
actividades es seguidor, a través de Internet, así como de saludar a nuestro
Presidente cuyos trabajos históricos conocía muy bien, dado que también está
muy interesado por esas materias.
Acompañado
por D. Mariano Lerín de Pablo y D. José Mariano Pablo Gómez, estuvo en la Casa
de Aguilar, cuyas dependencias recorrió detenidamente, siendo obsequiado con un
lote de nuestras publicaciones.
Él fue
quien nos facilitó algunos detalles de los gigantes de esa comparsa, creada no
hace muchos años y, en la actualidad, integrada por seis, cuatro de los cuales
han viajado a Borja.
Pozuelo
de Alarcón tenía una larga tradición de gigantes, pero los existentes fueron
destruidos por el incendio fortuito del almacén municipal en el que se
conservaban. En 2014, la peña “El Albero” decidió recuperar la tradición,
constituyéndose una asociación sin ánimo de lucro para impulsar esa iniciativa.
Los
primeros gigantes, presentados en 2015, fueron encargados al especialista
navarro Aitor Calleja, aunque los trajes y la estructura interior fueron
elaborados por la propia asociación. Representan a D. Gabriel Ocaña de Alarcón y
a su segunda esposa Dª. Mariana Garnica y Ramírez. Gabriel Ocaña fue un
destacado personaje, caballero de la Orden de Santiago (cuya cruz luce en el
pecho) que, en 1632, adquirió el lugar de realengo, Pozuelo de Aravaca,
poniendo como condición el trocar su nombre por el de Pozuelo de Alarcón (en
referencia a su apellido). Fue también el que consiguió que fuera elevado a la
categoría de villa.
Después
llegaron los que representan a la lavandera Juliana, recordando a una mujer que
construyó a sus expensas el primer lavadero público; y al curtidor Crispín,
como representante de una industria local que se mantuvo vigente hasta hace
poco. De hecho, el delantal que lleva es de cuero elaborado por curtidores de
Pozuelo. Este año se ha incorporado a la comparsa otros dos preciosos gigantes,
realizados también por Aitor Calleja, los cuales representan a los Reyes
Fernando VI y Bárbara de Braganza, pero no vinieron a Borja.
Sí que
lo hicieron cinco cabezudos: El Jefe de Estación Bonifacio; la simpática pareja
formada por Celedonio el gruñón, y su esposa la bondadosa Blasa; el brujo
Casimiro; y la enérgica Policía Local Espe que repartió golpes a diestro y
siniestro. como si perteneciera a una unidad de antidisturbios. Lástima que las fotos fueran hechas con un fondo poco adecuado, pero
no encontramos otro lugar en el que poder acercarnos a ellos, sin la presión de
las gentes que les acompañaban.
Delante
de ellos desfiló un “gigantillo”, con forma de reina poco agraciada que, junto
con un rey “europeo” fue adquirido el pasado año en Pamplona.
Debemos
resaltar el acompañamiento musical a cargo de la Banda de Gaitas y Dulzainas
Abeiro, creada en 2006, y que tiene su sede en Collado Villalba.
Excelente
recuerdo el que ha dejado en Borja la representación de Pozuelo de Alarcón que
ya había acogido allí, con grandes muestras de cariño, a la comparsa borjana.
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