El Centro de Estudios Montañeses nos ha remitido una serie de publicaciones de las que hoy reseñamos dos de ellas. La primera lleva por título Diario de un montañés prisionero en la Francia napoleónica (1812), cuyo autor fue Tomás Pérez de Camino, cuya edición crítica ha corrido a cargo de D. Rafael Palacio Ramos, que firma también la introducción en la que traza una semblanza de ese personaje, emparentado con miembros de la Real Armada y miembro de una distinguida familia, oriunda de las Encartaciones, aunque él había nacido en Castro Urdiales.
Curiosamente,
por convicción o por intereses, podía ser considerado como afrancesado o
juramentado, lo cual no fue obstáculo para que, junto con otros personajes
proclives al bando francés, fueran llevados como prisioneros al país vecino.
En el
diario narra las incidencias de ese viaje hacia el destierro que no fue tan
duro como cabría suponer, dado que la escolta se reducía a dos soldados y les
fue posible detenerse en todas las poblaciones que quisieron y visitar sus
monumentos, de manera que, como recuerda el responsable de la edición el viaje se
asemejó más a un Grand Tour que al
itinerario de una cuerda de penados.
En
1952 llegó a España el etnomusicólogo norteamericano Alan Lomax, con el
propósito de recoger músicas y cantos tradicionales españoles para la Columbia
Records, como recuerda Fernando Gomarín Guirado en el prólogo de la obra Alan Lomax por las montañas de Cantacria (La
Liébana y Polaciones), en el que tras un estudio introductorio de las
circunstancias que rodearon a aquella “expedición”, reúne las partituras de la
composiciones recogidas, acompañadas de un apéndice de correspondencia
intercambiada por Lomax y un disco con los registros sonoros de las 35 obras
objeto de atención en este volumen, en el que el autor ha contado con la
colaboración de D. Basilio Gomarín Pérez.
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