Hemos recibido el tomo XC de Altamira, la revista del Centro de Estudios Montañeses de Santander, un volumen de más de 500 páginas con interesantes contenidos entre los que queremos destacar el artículo de Marina Gurruchaga Sánchez sobre “El culto céltico a la cabeza cortada en Cantabria: realidad arqueológica, mito y pervivencias”. Por su relación con nosotros nos ha interesado especialmente el trabajo de Antonio Martínez Cerezo sobre la figura de Diego de Santander, Secretario de los Reyes Católicos y predecesor del borjano Juan de Coloma al que menciona. No es éste el único de carácter biográfico que incluye la revista ya que Enrique San Miguel Pérez trata sobre D. Ángel Herrera Oria y su Meditación sobre España, mientras que Pedro Arce Díez lo hace sobre el Teniente General del Ejército de Aire D. Alejandro García González.
Muy
curiosa es la noticia que Fernando Gomarín Guirado y el marqués de la Floresta
dan sobre el proyecto de creación en el siglo XVIII de la Orden Cántabra de San
Ignacio, impulsada por el letrado D. Juan de Eceta Dudagoitia con el propósito
de fomentar el comercio, la navegación, los transportes y la minería de Vizcaya
mediante una sorprendente síntesis de orden de caballería medieval y de Real Compañía mercantil.
Aunque
hay más cosas de interés, terminamos mencionando el extenso artículo de
Virgilio Fernández Acebo (que además parece ser la primera entrega de una
serie) sobre lo que califica de “proceso de pérdida patrimonial de toponimia”
en Cantabria, haciendo alusión al caso particular del municipio de Miera, que
pasó a llamarse “La Cárcoba”, denominación de uno de sus antiguos barrios.
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