Hemos
recibido el volumen XX de la revista Sautuola
de Instituto de Prehistoria y Arqueología del mismo nombre, correspondiente al
año 2015. Aunque el retraso en su aparición es evidente, en su primera página
inserta un proverbio chino que parece justificar la demora: “El trabajo lento
produce la mejor mercancía”.
Se
trata de un número monográfico dedicado a los proyectos de investigación en la
arqueología de Cantabria que se estructura en once apartados. El primero de
ellos está dedicado a “Las primeras poblaciones: Paleo-Mesolítico” con cuatro
trabajos entre los que destacamos los que hacen referencia a la difusión del
conocimiento sobre las cuevas de Altamira y el que relata la historia de dos
siglos de excavaciones en la cueva de El Castillo.
El
segundo apartado se refiere a la Prehistoria reciente y las sociedades
complejas con otros cuatro artículos que abordan cuestiones relativas a las
dinámicas sociales en esa etapa, la aparición y desarrollo de la cerámica y la
investigación llevada a cabo en el polje de Matienzo.
El capítulo sobre la Protohistoria de Cantabria únicamente incluye un trabajo sobre la Edad del Hierro, mientras que el de época romana reúne un artículo sobre epigrafía romana, otros sobre las intervenciones recientes en Iulobriga y un tercero acerca de la implantación romana en las costas cántabras.
Para época
medieval se muestran los resultados del proyecto Mauranus que ha centrado sus
investigaciones en esa etapa; el proyecto Cimcant sobre corpus de inscripciones
medievales; y una revisión sobre el registro funerario de los siglos V-XV.
Dentro
de las etapas más recientes que aborda el capítulo VI uno de los trabajos versa
sobre fortificaciones de los siglos XVIII y XIX mientras que los dos restantes
tratan sobre cuestiones de la guerra civil.
Los
siguientes apartados estás centrados en el arte rupestre y sus orígenes; arqueología
y paleoantropología; y en la realización del censo patrimonial con catálogos e
inventarios. Muy interesante en el apartado IX que aborda el problema de la conservación
del Patrimonio de las cuevas prehistóricas en general y del caso concreto de
Altamira en el que presenta un recorrido por la historia de su conservación. El
sumario se completa con un capítulo dedicado a las instituciones arqueológicas
de Cantabria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario