Superadas ya la Navidad y las ruidosas celebraciones del comienzo del nuevo año, esperamos ya la entrañable fiesta de la Epifanía, con la llegada de los Reyes Magos para acercarnos al final de este ciclo del que, en cierto modo, el belén más antiguo de Borja constituye un reflejo de su evolución.
En los días previos a la Nochebuena la
cuna del Nacimiento estaba ocupada por los textos bíblicos que anunciaban la
llegada del Mesías. En esa noche, fueron reemplazados por la imagen de este
Niño Jesús acostado que hemos adorado a lo largo de los días que siguieron.
Aunque, los Reyes Magos están presentes
en este antiguo belén, desde su instalación, el día de la Epifanía, los recibirá
un Niño ya crecido, sentado en una silla, lo que constituye una curiosa peculiaridad
de este belén, cuya imagen hemos dado a conocer en otros momentos y
publicaremos también este año.
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