Balance de precipitaciones de 2022

 

         Como cada año, D. Mariano Irache Cabañero nos ha traído el balance de precipitaciones registrado en Borja, durante los doce meses anteriores, acompañado en esta ocasión con una observación de nuestros mayores que permite vaticinar lo que nos espera este año de 2023.

         En primer lugar, ha vuelto a recordarnos que los datos que nos ofrece responden a las observaciones realizadas por él mismo en la zona de la fuente del Piojo y, por lo tanto, pueden no coincidir con las que otras personas hayan podido medir en lugares diferentes.

         Estos son los litros de agua caídos en cada uno de los meses de 2022: Enero (13), febrero (0); marzo (72); abril (40); mayo (18); junio (4); julio (23); agosto (16); septiembre (7); octubre (1); noviembre (47) y diciembre (52). En total, 391 litros, de los cuales 147 corresponden al primer trimestre y 144 al segundo.

         Al margen de cuatro meses en los no llovió o prácticamente no lo hizo (febrero, junio, septiembre y octubre) lo que llama la atención del pasado año es que en diciembre cayeron 52 litros, cuando la media correspondiente a este mes estaba en 10,5 litros.

         Gracias a ello, han podido paliarse las consecuencias de un año considerado seco, aunque los ha habido peores. Concretamente, en 2015 cayeron 342 litros y, en 2016, 351,5. Lo más duro de 2022 han sido las temperaturas extremas registradas durante muchos días. A pesar de ello, hubo una aceptable cosecha de uva (mejor de la esperada), aunque fue muy mala la de olivas. Ahora, es muy probable que el cereal se haya salvado si se sembró pronto y acompaña el tiempo en los próximos meses.

 

         Todos hemos oído hablar de Jorge Rey el joven burgalés que predice el tiempo con el ancestral método de las cabañuelas, que le había enseñado un veterano pastor. Pues bien, como si de un nuevo Jorge borjano se tratara, Mariano Irache ha recordado las predicciones que realizaban nuestros abuelos, a partir de la primera nevada del Moncayo.

 

         Decían ellos que si la primera nevada que caía en el Moncayo llegaba a la “casa” (al Santuario propiamente dicho) quería decir que ese año será lluvioso y más frío que el anterior. Comoquiera que, tal como muestran las imágenes (que ya publicamos en el blog) la primera nevada llegó con creces a la casa, ojalá no se equivoque la predicción de aquellos expertos conocedores populares del tiempo y con ellos Mariano por hacernos partícipes de esa observación que desconocíamos.