Cada año, solemos dar noticia del retorno de las cigüeñas a los nidos de nuestra ciudad. Lo hacemos al realizar el primer avistamiento, aunque es posible que otras personas las hayan visto antes.
En esta ocasión fue en la mañana del 1
de enero cuando vimos a una cigüeña en el nido de la torre del reloj de la
colegiata de Santa María. Estaba sola y posiblemente era un macho que, como en
ocasiones anteriores, llega antes que la hembra.
En cualquier caso, se repite la
precocidad de los avistamientos, mucho antes que ese tradicional día de San
Blas al que el refranero popular hacía coincidir con la llegada de estas aves
que, por otra parte, en otros lugares de nuestro entorno ya no emigran, sino
que permanecen aquí durante todo el año. No es el caso de Borja en donde, las
parejas censadas abandonan sus nidos a finales de agosto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario