Estamos atravesando un invierno al que, como mínimo, hay que calificar de extraño, tanto por las inusuales temperaturas registradas durante muchos días, como por la irrupción de fenómenos poco habituales.
Por primera vez, se ha relacionado la
actividad solar con el clima de nuestro planeta, aunque ello no significa que
el llamado “calentamiento global” tenga otros orígenes. No vamos a entrar en
una cuestión que, en estos momentos, sigue siendo objeto de debate, porque el
enunciado de este artículo no se refiere a la posibilidad de que no volvamos a
sufrir grandes nevadas y, ahí está, las que llegaron no hace mucho con la “Filomena”.
Lo que pretendemos decir es que nuestra
generación no volverá a captar imágenes como éstas (realizadas por D. Fernando
Castellot Lamelas) dado que los pinares del Santuario de Misericordia serán un
recuerdo del pasado.
Cuando nos mandó las fotos anteriores incluyó también estas otras de árboles cubiertos por la escarcha, lo que les proporciona un aspecto particularmente llamativo. En nuestra opinión se trata de almendros y, según nos ha comentado D. Alfredo Sánchez, la palabra que, en Borja, se emplea para definir esa escarcha de los árboles es “gayada”.
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