Las desgracias nunca vienen solas

 

         Uno de los activos más importantes y valiosos de nuestro Centro es su biblioteca especializada en la que, con graves problemas de espacio, hemos reunido más de 24.000 libros y un número aún mayor de volúmenes de las cerca de 700 revistas que tenemos registradas y recibimos regularmente, procedentes de diversos lugares. Todo este fondo está informatizado, de manera un tanto peculiar a través del programa FileMaker, aunque útil para las búsquedas que debemos efectuar.

         Pero, como las desgracias nunca llegan solas y, en los amargos días de incomunicación que hemos padecido recientemente, se produjo otro percance que nos afectó seriamente. Una mala maniobra, en parte provocada por un fallo del programa, dio lugar a que se nos borraran todos los registros de libros. Requerido el técnico que, recientemente, instaló el nuevo sistema informático que estamos utilizando, pudo recuperar una copia de seguridad en la que, sin embargo, faltaban 6.000 registros.

         No nos arredramos y, con paciencia infinita, volvimos a catalogar todos esos libros a un ritmo de 350 diarios, en maratonianas jornadas. Pero, el destino no es adverso y, cuando parecía que todo había quedado resuelto, un nuevo fallo ha provocado la pérdida de otros registros (no tantos como en la ocasión anterior). Sin embargo, esperamos poder recuperarlos dado que habíamos instalado un sistema de copia de seguridad automático.