Dimos noticia de él en nuestro Diccionario Biográfico con el nombre fray Alejandro Laborda de San Camilo de Lelis, pero no teníamos ninguna fotografía suya ni resaltamos suficientemente que era hermano de otro religioso, al que dedicamos recientemente otro artículo, el escolapio P. Manuel Laborda Domínguez. Esta y otra imagen nos las ha facilitado Dª. Mabel Mayor, familiar de ambos, y hoy queremos recordar algunos aspectos de la biografía de este agustino borjano que, víctima de las penalidades sufridas en cautiverio, murió en Filipinas donde había desarrollado su labor pastoral.
Había nacido en Borja el 17 de octubre
de 1855 y fue bautizado en la parroquia de Santa María de Borja. Hijo de Santos
Laborda, natural de Fuendejalón y de la borjana María Domínguez, era siete años
más joven que su hermano Manuel.
Profesó como religioso agustino descalzo y a los 23 años fue
enviado como misionero a las Filipinas. Destinado en la localidad de Calapan
(Mindoro), tuvo que asistir a un devastador incendio que destruyó todas sus
casas. Fray Alejandro se dedicó con entusiasmo a la tarea de reconstrucción,
recorriendo la provincia de Batangas para allegar los recursos necesarios. En
muy poco tiempo edificó una nueva iglesia y muchas casas para acoger a sus
feligreses. Destinado más tarde a Iba, cuando iba de camino hacia esa localidad
fue sorprendido por una epidemia de cólera, volviendo a dejar testimonio de su
entrega y desprendimiento, asistiendo a los enfermos en hospitales
improvisados.
Tras dos años de permanencia en Iba, en 1884 pasó a Botolan, donde durante trece años desempeñó su ministerio pastoral. En 1897 volvió a ser destinado a Calapan, la localidad que había resurgido de sus cenizas gracias a su labor.
Allí se encontraba cuando los insurrectos, olvidando su
ejecutoria personal, no vacilaron en detenerlo como hicieron con otros muchos
misioneros y lo llevaron cautivo a Balagan, sometiéndolo a todo tipo de
penalidades hasta que, consumido por la disentería, falleció el 11 de julio de
1899, sin que hubiera podido lograr su liberación, a pesar de que la guerra
había terminado un año antes y estaba en vigor el tratado de paz con los
Estados Unidos de América, firmado unos meses antes.
Esta es la otra imagen que, del mismo
religioso, nos ha facilitado Mabel Mayor y que, como la anterior, fue realizada
por el fotógrafo Miguel Reyes que tenía su estudio en la calle Dolores 7, del
distrito de Santa Cruz en Manila, en el que posaron destacados personajes
españoles destinados en las islas.
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