Fue a raíz del homenaje tributado por nuestros amigos de la asociación Poland First to Fight a dos aviadores polacos, enterrados en el cementerio militar británico de Bilbao, cuando decidimos iniciar una serie de reportajes sobre los militares extranjeros cuyos restos descansan en tierra española. Hoy llegamos a su fin en el mismo lugar donde dimos comienzo a la serie, con esta tercera entrega de aviadores de la RAF en Bilbao.
El 20 de abril
de 1944, un aparato Bristol Beaufighter Mk X (LX 975), perteneciente al
235 Squadron de la RAF despegó de su base en Portreath, junto con otros
tres aviones, para una misión de caza en el golfo de Vizcaya. Por razones que
se desconocen el aparato rozó la superficie del mar y se incendió a 42 millas
al norte de Cabo Machichaco. Aunque quedó sobre la superficie el tiempo
suficiente para que sus dos tripulantes pudieran abandonarlo, no lograron alcanzar
la balsa de salvamento, pereciendo ahogados. Sólo pudo ser rescatado el cadáver
del Teniente de vuelo Graham William Harrison (piloto), de 31 años, natural de
Dirleton (East London), pero no el del Sargento Adrian Evan Tudor Jones, de 21
años, natural de Thetford (Norfolk) e hijo del Capitán Evan BT Jones y Alice R.
Jones.
Enterrado inicialmente en cementerio de
Sondika, los restos del piloto fueron trasladados posteriormente al cementerio
británico de Bilbao, donde reposan en la actualidad.
Otro aparato Bristol Beaufighter Mk
X (JL 422), perteneciente al 248 Squadron de la RAF, despegó de su
base el 11 de abril de 1943, en compañía de otro aparato, en una misión de
patrulla. A la altura de Brest, se enfrentaron a un Ju-88 alemán que
resultó derribado, al igual que el caza británico, aunque el otro resultó sin
daños.
Fallecieron sus dos ocupantes, pudiendo
ser recuperado el cadáver de su piloto, el Oficial de vuelo Reginald George
Stringer, de 29 años, natural del Kidderminster (Worcestshire). Era hijo de
John Blower y Gertrude E. Stringer, y estaba casado con Patricia Stringer.
Su acompañante era el oficial piloto Stanley
Hunter, de 22 años, natural de Grimsby (Lincolnshire), era hijo de Samuel y
Mary Elizabeth Hunter y estaba casado con Joan Eva Hunter, cuyo cuerpo no fue
encontrado.
El 23 de agosto de 1940, fue creado el 304 Squadron de
la RAF, integrado por aviadores polacos que, inicialmente, estuvo integrado en
el Grupo de Bombarderos No. 1, siendo transferido, en mayo de 1942, al Comando
Costero de la RAF, con base en Tiree y después en Dale, donde con aparatos Wellington
HF-121 realizaron labores de patrulla en el golfo de Vizcaya.
El 7 de abril de 1944, el Vickers Wellington HF121,
cuando llevaba a cabo una de esas misiones, fue derribado por aviones alemanes
sobre el golfo de Vizcaya. Su tripulación estaba integrada por el Sargento de
vuelo Bronislaw Marton (piloto); Sargento Stanislaw Franczak (copiloto);
Oficial de vuelo Szczepan Marcin Stanczykiewicz (navegante); Sargento Bronislaw
Janicki (operador radio); Sargento Wlodzimierz Kolodziej (operador radio) y
Sargento Adam Sankowski (artillero). Solo pudo ser recuperado el cuerpo de este
último.
El cabo Adam Sankowski (Sargento en la
RAF) había nacido en Varsovia el 11 de enero de 1921. Tenía, por lo tanto 23
años.
El 11 de abril de 1944, otro aparato
del mismo escuadrón fue derribado en el golfo de Vizcaya por la aviación alemana.
Se trataba del Wellington HF188 (QD-A) cuya tripulación estaba integrada
por el Teniente de Vuelo Lech Malynicz (piloto); Suboficial W. Czekalski
(copiloto); Comandante Edward Stanczuk
(navegante); Sargento de vuelo Franciszek Matlak; Sargento de vuelo Edward
Nikolaj Siadecki (operador radio); Sargento
de vuelo Boguslaw Szpinalski (artillero); y el Teniente Coronel Stanislaw Poziomek, que
volaba como invitado.
El Teniente Coronel Stanislaw Pozomiek había nacido el 22 de
marzo de 1908 en Potoczek. Ingresó en el Ejército Polaco, graduándose con
Segundo Teniente de Infantería en 1931. Pasó después a la Fuerza Aérea y, tras
el estallido de la II Guerra Mundial huyó a Rumanía, desde donde pudo llegar a
Francia el 15 de marzo de 1940. Al ser invadida por los alemanes pasó al Reino
Unido y allí se unió a la Fuerza Aérea Polaca que combatía con los aliados.
Desempeñaba el cometido de Subjefe del Estado Mayor del Inspector
General de la Fuerza Aérea de Polonia, cuando en una visita efectuada al 304º
Escuadrón, para asistir a la despedida del que, hasta entonces, había sido su
comandante, aceptó la invitación para volar en el aparato derribado.
Su cadáver fue el único recuperado de
toda la tripulación y sus restos reposan en el cementerio británico de Bilbao.
El que, por el momento, demos por
finalizada la serie no quiere decir que hayamos agotado las reseñas de
militares extranjeros, cuyos restos reposan en España. Hemos omitido, por el
momento, los de miembros de las SS refugiados aquí, así como los de aquellos
militares hispanoamericanos que desempeñaron la Presidencia de sus respectivas
repúblicas y terminaron exiliados en España.
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