jueves, 30 de noviembre de 2023

Estuvimos en un restaurante galardonado ahora con una Estrella Michelín

 

El pasado 8 de septiembre publicamos en este blog un amplio reportaje de lo que calificamos como “singular experiencia gastronómica”: nuestra visita al restaurante “Canfranc Express”, situado en dos antiguos vagones rehabilitados, junto al edificio de la estación de Canfranc, reconvertida en lujoso hotel.


         El “Canfranc Express” es una iniciativa surgida de la mano de Ana Acín y Eduardo Salanova, dos de las figuras más representativas de la alta cocina aragonesa, vinculados a la Venta del Sotón de Huesca y al “Espacio N” que, en 2021, recibió una estrella Michelín, por su trabajo para difundir la cocina aragonesa de vanguardia.


         Ya entonces, nos hablaron de su ilusión por conseguir una Estrella Michelín, lo que han logrado en muy corto espacio de tiempo, desde que pusieron en marcha este restaurante tan especial, aunque en el camino ha quedado la correspondiente a la Venta del Sotón.



         Como decíamos entonces, la experiencia constituía un imaginario viaje por la estación, desde el pasado al momento actual, contando con la colaboración del personal del hotel. Un recorrido que, cada día, está reservado para un máximo de ocho a doce personas que reciben una atención personalizada.

 



         Los vagones han sido restaurados con especial cuidado, retrotrayendo al visitante a esa atmósfera del pasado que caracterizaba los viajes en determinados trenes. El vagón que cuenta con mayor número de mesas está destinado, según nos informaron, para ofrecer un servicio de cenas que, cuando estuvimos, aún no había entrado en servicio.

 



         En el otro, con menor capacidad para comensales, se encuentra la cocina, aunque Eduardo, que además es de Canfranc, prepara alguno de los platos junto a las mesas, ofreciendo amplia información sobre su composición.

 



         En aquel reportaje ofrecimos imágenes de los diferentes platos que nos ofrecieron, más de doce, aunque ahora se anuncia una sustancial renovación de la carta.

         Solo nos queda felicitar a Ramón y Ana por haber visto cumplido lo que entonces era un sueño y, también, a todo el personal de lo que ya es un emblemático hotel que ha convertido a Canfranc en lugar de cita obligada, como reconocía su Alcalde al tener conocimiento de este importante galardón.





















No hay comentarios:

Publicar un comentario