Junto a los libros que nos fueron donados durante nuestra estancia en Francia, también adquirimos otros que tenían para nosotros un especial interés. Uno de ellos es la guía del Narbo Via, el espectacular museo al que ayer dedicamos un reportaje,
Se trata de una obra que firma
Guillaume Morel con Philippe Maupaté y Jean François Lasnier, en la que de
manera didáctica se relata la historia de la creación del museo y de sus principales
contenidos, con abundantes fotografías. Incluye capítulos dedicados al museo “en
la encrucijada de caminos”; a su construcción por Foster y colaboradores; a la
llamativa “biblioteca de piedras” que constituye su principal seña de identidad;
a la importancia de la ciudad de Narbona y los puertos antiguos que la rodeaban;
a la vida de sus habitantes; a los monumentos desaparecidos; a la villa descubierta
en 1973 y a los testimonios de época cristiana.
Precisamente, por nuestro interés hacia
lo que significaron los puertos en el desarrollo e importancia de la ciudad,
adquirimos la obra, coordinada por Corinne Sánchez, que lleva por título La
Nautique romaine. Le port et la villa maritime, en la que se describe lo
que fue esa zona de intensa actividad comercial hasta su abandono por la rectificación
de la costa, junto con los descubrimientos que allí se han producido en el
transcurso del tiempo.
El palacio de los arzobispos de Narbona,
hoy sede del Hôtel de Ville, es uno de los más espectaculares de la ciudad.
Aunque lo visitamos detenidamente, quisimos ampliar el conocimiento del mismo
con la adquisición de la obra Palais et châteaux des archevêques de Narbonne
en la que, con la aportación de destacados especialistas se relata la historia
del edificio, vinculado al señorío de sus prelados sobre la ciudad y las
bailías de su entorno.
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