El 29 de septiembre de 1691 nació en Zaragoza D. Miguel Cebrián y Agustín. Era el hijo menor del IV conde de Fuenclara D. José Cebrián y Alagón y de Dª. Lorenza Agustín y Martínez de Marcilla. Su madre falleció el 5 de octubre, como consecuencia de las complicaciones del parto, dejando al conde con nueve hijos, entre ellos el recién nacido, por lo que la abuela materna tuvo que hacerse cargo de ellos y, tras su fallecimiento, asumió esa función la criada María del Mas.
La infancia del niño
transcurrió entre el palacio familiar de Zaragoza y las casas de Luceni y
Borja, donde pasaban las temporadas de verano en una hermosa finca que su madre
había heredado de su tía la condesa de Castellflorite. Era lo que hoy conocemos
como “El Palacio”, al final de la calle Sayón. Allí se encontraban en el verano
de 1706, cuando ante la proximidad de las tropas austracistas que se dirigían
contra Borja, tuvieron que huir precipitadamente hacia la localidad de Villava
(Navarra), por el camino de Valcardera, donde permanecieron toda la guerra bajo
la protección de su tía la marquesa de Lazán.
Tras cursar los estudios
eclesiásticos, inició una brillante carrera que se vio favorecida por el apoyo
dispensado por su familia a la causa borbónica. Debemos recordar que su padre,
tras quedar viudo, se había ordenado sacerdote, ejerciendo como arcediano de
Aliaga y dignidad del cabildo zaragozano.
Miguel fue arcediano de
Santa María y visitador del arzobispado de Zaragoza, siendo designado, en 1727,
oficial del Santo Oficio y fiscal de la Inquisición en Barcelona. El 9 de junio
de 1732, fue nombrado Obispo de Coria, siendo consagrado el 24 de agosto de ese
año. El 24 de septiembre de 1742 fue promovido a la sede de Córdoba que rigió
hasta su fallecimiento el 30 de mayo de 1752.
El 29 de septiembre de 1845
nació D. Luis Moreno y Gil de Borja.
Era hijo de D. Domingo Moreno Martínez y de Dª. María Manuela Gil de Borja
Navarro. El padre era un destacado jurista que fue Regente de la Audiencia de
Madrid, Ministro del Tribunal Supremo y Consejero de Estado, así como Diputado
y Senador en varias legislaturas. Su madre pertenecía a una ilustre familia,
procedente de Borja, pero establecida en Tarazona.
Contrajo matrimonio con
una hija de D. Fermín Abella, Intendente de la Real Casa y Patrimonio, al que
sucedió en ese importante cargo en 1887. Desempeñándolo fue creado marqués de
Borja por la reina Dª María Cristina, como Regente del Reino, el 29 de abril de
1902. La elección del título guardaba relación con su apellido, dado que
nuestra ciudad fue de realengo y no dio no nombre a ninguno, salvo el efímero
“condado de Borja y Magallón”, creado por Pedro IV, para recompensar a Bertrand
du Guesclin.
Al nuevo marqués recurrió
el Alcalde de Borja D. Feliciano Rivas para lograr el indulto de Cecilia Aznar,
la autora de uno de los crímenes de la calle Fuencarral, que había sido
condenada a muerte, lo que consiguió.
D. Luis Moreno y Gil de
Borja, había cursado los estudios de Derecho en la Universidad Central y,
posteriormente, en el Colegio de los Españoles de Bolonia. Dotado de una gran
cultura, trabajó en la mejora de los palacios del Patrimonio Real y fue también
el fundador del Real Colegio de Estudios Superiores “María Cristina” en el
monasterio de El Escorial. Falleció en Madrid el 15 de octubre de 1917.
El 29 de septiembre de 1902 falleció en
Fuendejalón Mariano Pradilla Anciso.
Había nacido en esa localidad en 1859 y era un labrador acomodado que llegó a
ser Alcalde de esa localidad entre el 1 de enero de 1890 y el 25 de octubre de
1891. Volvió a ser elegido el 1 de julio de 1899, desempeñando el cargo hasta
el 18 de enero de 1902.
Pero su nombre está
asociado al deporte del Tiro de Barra Aragonesa del que fue una de las figuras
legendarias de la comarca gracias, en gran medida, a su gran fortaleza física.
Se cuenta que retaba a sus compañeros a levantar una talega de trigo, cuyo peso
iba aumentando hasta que se rendían todos los competidores.
Pudo ser un gran campeón,
pero se retiró de la práctica deportiva tras ser robada su vivienda con todo su
contenido, lo que le afectó muchísimo y cambió su carácter. Estaba casado y
tenía una hija que falleció a los 16 años, el mismo día en el que enterraban a
su padre.
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