Heraldo de Aragón daba recientemente la noticia de que el Obispado de Teruel, la Diputación Provincial de Teruel y el Ayuntamiento de Las Cuevas de Cañart, estaban sumando esfuerzos para solucionar los problemas que presenta la iglesia parroquial de San Pedro de esta última localidad.
Ignorábamos que
el templo se encuentra cerrado desde hace ocho meses, ante el peligro de su
hundimiento, a causa de la rotura de una viga del techo y del desplazamiento de
una de las columnas de su nave central. El problema se ha visto agravado al
desprenderse, recientemente, un trozo de su cornisa, cayendo sobre los
asistentes a un funeral que se celebraba en la plaza.
Esa información
nos ha traído el recuerdo de uno de los más bonitos viajes que realizamos por
varias localidades de la comarca turolense del Maestrazgo, atendiendo a la
invitación que nos hizo D. Raúl Utrilla, en el transcurso del cual tuvimos la
oportunidad de conocer los principales elementos patrimoniales de la zona.
Uno de los
municipios que visitamos fue Las Cuevas de Cañart, donde se encuentra el antiguo
convento de religiosas concepcionistas, cuya comunidad terminó fusionándose con
la de Borja, en 1981.
En un congreso celebrado el año
pasado en el Museo de Teruel, sobre conventos del Maestrazgo, una vecina
recordaba el día en que las monjas se fueron al convento de Borja, “La madre
Asunción se arrodilló en la plaza y besó el suelo en un gesto de gratitud hacia
todas y cada una de las personas que habían pasado por la vida del convento”.
Ese gran edificio
se encontraba abandonado y presentaba ya serios problemas de conservación, con
daños evidentes en sus cubiertas, especialmente en las de la iglesia.
Nos dio pena ver
el interior del templo, despojado de buena parte de sus elementos ornamentales,
donde el tiempo parecía haberse detenido en el momento en que marcharon las
religiosas, así como contemplar algunas de las dependencias conventuales
convertidas en aprisco de ganado.
También pudimos
conocer, entre otros monumentos, la iglesia de antiguo convento de los
servitas, un espectacular edificio, completamente arruinado, en el que, sin
embargo, se ha actuado con posterioridad para consolidar sus restos, con
intervención de la Fundación Santa María de Albarracín.
Y, por
supuesto, vimos la iglesia parroquial, junto a la cual se encuentra la casa
solar de la familia “de Pedro” (algunos de cuyos miembros llegaron a Borja), un gran edificio, parte del cual ha sido
transformado en acogedora casa rural, aunque la zona más interesante es, según
nos informaron, de un propietario extranjero.
El estado de ruina
de varios monumentos, a los que ha venido a sumarse ahora la inesperada noticia
referida a la iglesia parroquial, constituye un claro ejemplo de los problemas
por los que atraviesa el Patrimonio en lo que ha dado en llamarse la “España
vaciada”, pues, en 2023, Las Cuevas de Cañart tenía empadronadas a 76 personas.
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