El 18 de septiembre de 1920 tomó posesión como coadjutor de la parroquia de Fuendejalón, que entonces pertenecía a la archidiócesis de Zaragoza, D. Juan José Soláns Alamán. Se trata de uno de los 111 sacerdotes, víctimas de la Guerra Civil, cuya causa de beatificación fue incoada por el arzobispo de la capital aragonesa D. Elías Yanes el 11 de septiembre de 2001, siendo nombrado postulador de la misma D. Mariano Mainar.
La Santa Sede dio su placet el
21 de mayo de 2006 y, en junio de ese mismo año, el arzobispo D. Manuel Ureña
publicó el decreto de introducción de la causa. Finalizados los trabajos en
fase diocesana, en febrero de 2008 fue elevada a Roma, donde prosigue a la
espera de su conclusión.
Comoquiera
que lo habíamos incluido en nuestro Diccionario Biográfico, se pusieron
en contacto con nosotros para ver si teníamos alguna fotografía suya.
No la habíamos conseguido y es curioso que, en la documentación consultada, tampoco hemos encontrado la fecha ni el lugar de nacimiento de este sacerdote, cuyo ministerio pastoral se inició como regente de la parroquia de Valmadrid, donde estuvo de 1913 a 1914. Tuvo que cesar por motivos de salud y, dos años después, se le dio un beneficio en Villarluengo, de donde pasó a Fuendejalón. Allí estuvo hasta el 11 de abril de 1921, fecha en la que cesó para ingresar en la orden del Císter.
De nuevo, por motivos de salud, tuvo que renunciar a su vocación de monje y fue enviado a Escatrón. Posteriormente estuvo en Cañada de Benatanduz, La Almolda, Montalbán y Peñarroyas. Desde esta última localidad fue destinado, en abril de 1932, a Chiprana, primero como coadjutor y desde el 11 de agosto de ese mismo año como encargado. Allí le sorprendió el inicio de la Guerra Civil, siendo detenido y conducido a Caspe, donde fue fusilado.
El 18 de septiembre de 1941
nació en Calcena D. Atilano Pérez Pérez.
Tras realizar los primeros estudios en su localidad natal, ingresó en el
seminario de Tarazona, donde tras cursar la carrera eclesiástica, fue ordenado
sacerdote en 1966. Fue profesor de los seminarios de Tarazona y Zaragoza. Es
especialmente recordado en Calcena ya que, gracias a su empuje, fue posible la
instalación de la red de suministro de agua potable en 1981, siendo alcalde D.
Pedro José Molinos Modrego. Cuando cursaba la carrera de Medicina, con el
propósito de trasladarse a misiones, una rápida enfermedad puso fin a su vida
el 25 de mayo de 1982, en la misma villa que le había visto nacer. En 2001, el
Ayuntamiento de Calcena dio su nombre a la plaza donde estaba el trinquete.
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