El 23 de septiembre de 1887 nació en Mallén D. Santiago Gotor Aísa. Cursó la carrera militar en la prestigiosa Academia de Artillería de Segovia. De su trayectoria conocemos que en diciembre de 1926 fue destinado, como teniente, al 7º Regimiento Ligero de la IV Región Militar. Allí le sorprendió la disolución del Arma de Artillería, decretada por el Gobierno presidido por D. Miguel Primo de Rivera el 19 de febrero de 1929, tras los incidentes protagonizados por los miembros del mismo. Sin embargo, poco después, se permitió la readmisión paulatina de la mayor parte de sus Jefes y Oficiales.
En junio de ese año, lo
hizo el capitán D. Santiago Gotor, aunque como Supernumerario sin sueldo. A
comienzos de junio de 1936 aparece como Comandante retirado y, en los últimos
días de la Guerra Civil, encontramos una O. M. de 31 de marzo de 1939, por la
que se le destina de la Séptima División a la Jefatura de Fabricación de
Cataluña y, el 15 de noviembre de ese mismo año, pasa al Ministerio de
Industria y Comercio, como Comandante supernumerario. No queda constancia de
que alcanzase ningún empleo superior, aunque en algunas publicaciones hemos
visto que se le cita como “coronel”.
En 1920 había contraído
matrimonio en Zaragoza con Dª. Rosario Carrau Carsi, con la que tuvo seis
hijos: Rosario, Santiago, Carmen, José, Miguela y Marisol. Dos años después
fundó en Zaragoza la empresa Laboratorios Electrotécnicos S. A. dedicada a la
fabricación de material eléctrico. Trasladada su sede a Barcelona, llegó a
contar con 700 trabajadores.
Presidió la Asociación
Electrotécnica Española, entre 1942 y 1958, siéndole tributado un homenaje en
Barcelona con motivo de su cese. Anteriormente, en la ciudad condal había
presidido la Comisión de Incorporación Industrial y Mercantil nº 2, durante dos
años. En el momento de su fallecimiento, acaecido en Barcelona el 24 de
diciembre de 1969, el grupo empresarial del que formaba parte estaba integrado
por Laboratorios Electrotécnicos, Sociedad Española Gardy, Condensadores
Eléctricos, Cress Española y Maniobra y control eléctrico.
Mantuvo una intensa
relación con su localidad natal, en la que tuvo casa y propiedades agrícolas.
Siempre que fue requerido, prestó su apoyo a diversas realizaciones. Es de
destacar su contribución a la reforma de las Escuelas y a la mejora de la
capilla del Santo Cristo de la iglesia parroquial. Por ello, la corporación
municipal que presidía D. Jesús Pardo Puncel tomó el acuerdo, el 1 de febrero
de 1973, de dar su nombre a la calle hasta entonces conocida como “de los Huertos”.
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