El XXIX Memorial “Antonio Bolea” de Tiro de Barra Aragonesa, que iba a celebrarse en la mañana de ayer, tuvo que ser suspendido ante el mal estado de la plaza central del Parque de San Francisco, donde tiene lugar.
El agua y el
barro hacían inviable la práctica de este deporte tradicional y de un memorial
al que ayer dedicamos un comentario, destacando su interés y la necesidad de
que sirviera para fomentar la afición a los juegos tradicionales entre los más
jóvenes.
Para atraer más
público, estaba previsto que el tradicional almuerzo de las mañanas de fiestas
tuviera lugar en el parque, pero no pudo ser encendido el fuego para preparar
los bocadillos de panceta, que iban a ser distribuidos.
En vista de
ello, se decidió trasladarlo al lugar habitual de su celebración, la plaza del
Mercado, donde con fuego de bombonas de butano, se reemplazó la panceta por choriceta
y, como nos comentaron, fueron muchas las personas que se dieron cita allí, a pesar
de las inclemencias del tiempo, hasta el punto de acabar con las existencias.
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