La Institución Fernando el Católico acaba de remitirnos un importante lote de sus publicaciones que iremos comentando. Hoy comenzamos con tres de las revistas que vienen incluidas en el mismo, entre las cuales hay dos editadas por el Centro de Estudios Comarcales del Bajo Aragón-Caspe.
La primera es
el número 34 de Cuadernos de Estudios Caspolinos, correspondiente a este
año, un logro importante, dada la demora que acumulan otras revistas. Su
contenido es el siguiente:
“Las Guerras
Carlistas en Caspe (1833-1875)” (Antonio Caridad Salvador); “El músico caspolino
Florencio Repollés Bielsa (1873-1921) y sus coetáneos” (Alberto Serrano Dolader);
“Caspe 1873-1921” (Francisco Javier Cortés Borroy); “Joaquín Serrano Rallo. Un
caspolino en la Guerra de Marruecos” (Amadeo Barceló Gresa y Antonio Hernández
Villacampa); “Recreación histórica, arqueología experimental y didáctica de la
historia en el encuentro internacional ‘Ciudad del Compromiso’. Cinco años de
un congreso académica en Caspe (Darío Español-Solsona); “Recuperando el patrimonio
caspolino: intervención de conservación y restauración de la puerta principal
de la Casa Consistorial” (Andrea Cantos Guillén, Pilar Martínez Abella y
Cristina Marín Chaves); y “Las ermitas de Caspe” (Juan Antonio del Cacho y
Tiestos).
La otra revista
caspolina es la veterana Empelte, de la que hace tiempo no teníamos noticas,
pero que publica ahora el número 14, con un trabajo de Miguel Caballú Albiac,
que es la segunda parte de “Calles Caspe y Compromiso de Caspe”.
Miguel recorre
el mundo, como muchos de nosotros, buscando la presencia de su ciudad natal, “caspolineando”
(verbo creado por él), a través de todo tipo de recuerdos, entre ellos recopilando
el nombre de aquellas calles, referidas a Caspe, en diferentes ciudades.
Entre las
localidades que menciona aparecen Gallur que, en su colonia “San Antonio”,
tiene una calle Caspe y en Boquiñeni hay otra dedicada al “Compromiso de Caspe”.
Finalmente,
reseñamos el número 94 de Cuadernos de Aragón que, como es habitual
tiene carácter monográfico, dedicado a la “Toponimia de Castiliscar”, un
trabajo que firma Marcelino Cortés Valenciano y prologa el que fue Concejal de
Cultura del Ayuntamiento D. José Ignacio Bueno Olóriz.
La obra de 308
páginas se estructura en cinco apartados, el primero de los cuales corresponde
a la introducción, para analizar a continuación el nombre de Castiliscar. En el
tercero y cuarto estudia la toponimia, propiamente dicha, ligada a la localidad,
para terminas con las conclusiones. Todo ello, acompañado por una amplia
bibliografía y un índice de topónimos, junto con nueve anexos.
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