Ayer, el Presidente del Centro de Estudios Borjanos, acompañado por D. Antonio de Pedro, se desplazó a San Martín de la Virgen de Moncayo para asistir a la celebración de las Bodas de Plata de su párroco D. Miguel Antonio Franco Garza.
San Martín es una preciosa localidad,
situada a las faldas del Moncayo, sobre la que ya hemos publicado varios
reportajes, dado que llama la atención por sus cuidadas calles y las muchas
flores que las adornan. Al llegar, junto a la iglesia parroquial, nos llamó la
atención una gran mata de espliego que atraía la atención de muchas pequeñas
mariposas componiendo un espectáculo al que no estamos habituados.
D. Miguel Antonio celebró su Primera
Misa en Ricla, su localidad natal, el 29 de junio de 1997 y el pasado 29 de junio
la conmemoró en la catedral de Tarazona de la que es canónigo. Pero, también
quiso hacerlo ayer en su parroquia de San Martín de la Virgen de Moncayo, a la
que llegó hace ya 16 años.
A mediodía, numerosas personas se congregaron
en el templo, con las autoridades municipales ocupando los bancos a ellos
reservados. También estaban sus padres y, por una feliz circunstancia, un buen
número de niños que abarrotaban las naves de esta bonita iglesia.
En el coro, la Banda de Música “La Moncaína”, posiblemente la más antigua de la provincia y a la que está asociada el recuerdo de D. Salvador Gómez Sánchez natural de San Martín y Dª. Consuelo Roxas, el matrimonio que hizo posible la construcción del templo parroquial e impulsó otras muchas obras en este municipio donde había nacido D. Salvador. Con la banda, bajo la dirección de D. José Luis Albalate, estaba un excepcional coro de voces masculinas que, acompañado por la banda, cantaron admirablemente a lo largo de la celebración litúrgica.
En su homilía, tras la lectura del Santo
Evangelio (momento al que corresponde esta imagen), tuvo palabras de gratitud
hacia el Señor por todos estos años en los que ha ejercido su ministerio
pastoral en San Martín, compartiendo con sus feligreses momentos de dolor y de
alegría. Especialmente emotivo su llamamiento a los jóvenes presentes a los
que, recordando las palabras pronunciadas por San Juan Pablo II en el monte del
Gozo, les invitó a responder con valentía a la llamada de Cristo, teniendo por
seguro la felicidad que encontrarán, tanto si son fieles a su vocación
sacerdotal, de religiosos o de personas casadas, cumpliendo el plan que Dios ha
trazado para cada uno de nosotros.
Con una gran ovación y con el canto del
himno a la Virgen del Moncayo, de cuya imagen es depositario el templo durante
buena parte del año, finalizó la celebración eucarística. Posó después con los
miembros de la corporación municipal y con sus padres que se habían desplazado
expresamente desde Ricla.
En el gran patio interior de la Casa Consistorial fue ofrecido un refresco donde D. Miguel Antonio recibió las felicitaciones de los vecinos y pudimos saludar al Alcalde D. Jacob Ramírez Mora.
Como broche final, un vecino interpretó
una preciosa jota que grabó en vídeo D. Antonio de Pedro.
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