La
Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza mantiene la
tradición, propia de todas las corporaciones similares, de editar los discursos
de recepción de sus académicos numerarios. Muchos de ellos se conservan en la
biblioteca de nuestro Centro, aunque es difícil reunir todos, dada las
reducidas tiradas de los mismos y su carácter no venal. De ahí, el interés que
entrañan el haber conseguido recientemente dos de estas publicaciones que, de
alguna forma, están relacionadas con nuestra ciudad.
La
primera de ellas reproduce el discurso que pronunció el Excmo. Sr. D. Miguel
Sancho Izquierdo, siendo Rector Magnífico de la Universidad de Zaragoza, sobre
“El carácter aragonés y las canciones de jota” en el acto de su recepción
académica, celebrado el 6 de mayo de 1945. Recientemente, se ha destacado el
hecho de que tres destacado intérpretes de nuestro canto regional han sido
nombrados Académicos Correspondientes, señalando algunos medios que la jota
entraba en la Academia con esta decisión. El discurso de D. Miguel Sancho
Izquierdo viene a demostrar que ésta ya había merecido la atención de la Real
corporación mucho antes.
Pero
el interés de esta obra se ve acrecentado por el hecho de que el Académico
Numerario que pronunció el discurso de contestación, como es preceptivo, fue el
M. I. Señor D. Emilio Alfaro Lapuerta, nacido en Borja el 16 de febrero de
1903, un hombre que, como hemos señalado en otras ocasiones, estuvo dotado de
una gran personalidad que desbordó, con creces, los límites de su profesión
como periodista, a la que dedicó su vida, para impregnar otros ámbitos de la
cultura aragonesa. En Borja levantó una hermosa torre, en las proximidades del
Huecha y su influencia se dejó sentir en muchos asuntos de la vida de nuestra
ciudad, a cuyo servicio siempre estuvo dispuesto. Se da la circunstancia de que
el folleto está dedicado por él a su gran amigo D. Alejandro Compaired.
El
otro discurso es el que pronunció el ilustre profesor de la Universidad de
Zaragoza, D. Rafael Gastón Murillo, el 18 de marzo de 1951, al que contestó el
marqués de la Cadena, el Ilmo. Sr. D. Ramón Lacadena y Brualla.
Lleva
por título “Caracteres espirituales aragoneses en la obra de Don Braulio Foz” y
su importancia radica en el carácter reivindicativo de la figura del gran
escritor aragonés, fallecido en Borja en 1865, en unos momentos en los que no
gozaba del reconocimiento que, posteriormente, le ha sido dispensado. Al
referirse a su obra Vida de Pedro Saputo, el Prof. Gastón la calificada de
“admirable libro”, señalando que “se leyó con gusto”, pero “no se llegó a
comprender y cayó en el olvido y en el olvido sigue, puesto que no ha
conseguido todavía la plenitud de la atención de la crítica, de la que se podía
esperar una consideración capital en la literatura”.
Afortunadamente,
la situación ha cambiado posteriormente, en gran medida merced al influjo de
intelectuales como él y, por lo tanto, su queja de que “no se lee con la difusión
debida, ni aún en Aragón”, creemos que hoy no ya está superada.
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