Con
un tiempo espléndido y gran afluencia de público, nuestra ciudad vivió ayer uno
de los momentos más importantes de su Semana Santa, la procesión conocida con
el nombre popular de “los Cristos”, la más antigua de todas las que tienen
lugar estos días y, sobre la que en estos momentos, se está realizando un
documentado estudio a la luz de los nuevos descubrimientos documentales.
En
ella desfilan cinco pasos que representan los Misterios Dolorosos, portados por
diferentes cofradías que van recorriendo todos los templos de la población,
efectuando paradas estacionales en cada uno de ellos.
Abre
el cortejo la Banda de Cornetas y Tambores de la cofradía de San Juan
Evangelista que, en esta procesión, no tiene paso propio.
Sigue
a continuación la cofradía de las Almas, creada en 1719 con el fin específico
de llevar el paso de la Oración en el Huerto. El actual, de producción
industrial, vino a sustituir a mediados del siglo XX, al paso original que se
conserva en una capilla del claustro de la colegiata. Sus cofrades visten
hábito negro con una cruz blanca en el lateral del pecho y se cubren con
tercerol negro.
El
paso de Jesús atado a la columna lo lleva la cofradía de San José, fundada en 1625.
Sus cofrades visten hábito blanco, con vivos y capirote de color rojo. La talla
que este año fue elegida como motivo para el cartel anunciador de la Semana
Santa es, sin duda la de mayor interés de las que toman parte en el desfile.
El
tercer paso corre a cargo de la cofradía del Carmen, fundada en 1702, y que en
su origen integraba al gremio de sastres. Visten hábito marrón, con vivos,
capirote y manto de color blanco.
La
cofradía de San Antón se encarga del paso de Jesús con la Cruz a cuestas.
Fundada en 1658, estuvo integrada originalmente por labradores acomodados.
Visten hábito negro con vivos y capirote morado.
También
es la cofradía de las Almas la que lleva el paso que representa al quinto
misterio, la Crucifixión del Señor, una imagen de características similares a
otros Cristos de la zona, que están siendo estudiados, en estos momentos, por
Alberto Aguilera.
Tras
este paso se sitúan representantes de todas las cofradías y el sacerdote que
preside la procesión, revestido con capa pluvial roja. En esta ocasión ocupaba
este lugar el presbítero borjano D. José Luis Sanjuán.
Cerrando
la comitiva marchaba la Agrupación de Cornetas, Tambores y Bombos de la
cofradía de San Sebastián y la Verónica, con túnicas rojas y faja y capirote
negro.
Como
hemos comentado, la procesión se detiene en cada iglesia de la ciudad. Cuando
los pasos se llevaban a hombros, entraba en el interior el último de ellos. En
la actualidad, se dispone frente a la puerta de cada uno de ellos.
Entran
únicamente los representantes de cada cofradía, junto con el sacerdote, para
orar ante los monumentos instalados en cada iglesia.
Ya
avanzada la noche, la procesión regresó a la colegiata de Santa María, de donde
había partido, entrando por la puerta del claustro.
Queremos
agradecer el esfuerzo realizado por Enrique Lacleta para ofrecernos estas
imágenes tomadas, en algunos casos, desde nueva perspectivas y que constituyen
una pequeña muestra de las más de 300 que nos ha entregado, todas ellas de gran
interés para la documentación que estamos reuniendo con el propósito de editar
un nuevo libro dedicado a lo que constituye una de nuestras más hermosas
tradiciones.
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