Del
1 al 3 de diciembre de 2004 se celebró en Zaragoza un Seminario Internacional
sobre La Aljafería y el Arte del Islam Occidental en el siglo XI, cuya actas,
editadas por la Institución “Fernando el Católico”, acabamos de recibir ahora.
Pero,
para nosotros, reviste un valor añadido ya que, una de las ponencias
presentadas corrió a cargo del Prof. Dr. D. Bernabé Cabañero Subiza, con el
título “El palacio de la Aljafería de Zaragoza entre la tradición Omeya y la
renovación ‘Abbasí y Fatimí”.
En
ella destacaba la apertura del arte del Califato de Córdoba al Oriente
islámico, a través de los conocidos tableros del cortijo del Alcaide, que se
conservan en el Museo Arqueológico de Córdoba. Pero, también, en otras dos
obras menos conocidas: el panel del púlpito de la Sala de la Limosna de la
catedral de Huesca, y el desaparecido arco de Maleján, del que se reproduce en
el libro su reconstitución, a toda página.
En
opinión del Prof. Cabañero dicho arco pudo estar ubicado en el acceso a un
oratorio de una residencia periurbana, dependiente de Borja, por lo que lo
denomina “arco de Maleján-Borja”.
Analiza,
a continuación, las influencias ‘abbasíes que se aprecian en él a través de los
siguientes detalles formales:
Por
un lado, la decoración de la albanega (el espacio existente entre el arco y el
alfiz), a base de una red de tallos que constituye un modelo creado en los
capiteles sasánidas del palacio de Nizamabad (Irán), de donde pasó al palacio
de al-Jirbat-al-Mafyar (Cisjordania) y a la mezquita de al-Azhar de El Cairo.
Los
elementos vegetales de la banda lateral, formando círculos a partir de palmetas
unilaterales, es un motivo que se encuentra en una viga conservada en el Museo
de Arte Islámico de El Cairo y en el azulejo de la fachada del mihrab de la
mezquita aljam de Kairuán (Túnez).
Además,
la intersección de las palmetas antes citadas con rombos, para formar una malla
geométrica, constituye una composición muy similar a la un intradós de la
mezquita de Ibn Tulun en al-Qatai, localidad dentro del área urbana de El
Cairo.
De
ahí, que concluya que si las aportaciones ‘abbasíes pueden apreciarse nítidamente
en este arco de Maleján, no tiene nada de raro que se dejarán sentir también en
el palacio de la Aljafería, posteriormente.
La
ponencia del Prof. Cabañero viene a poner de manifiesto la importancia de este
elemento singular de nuestro patrimonio que fue destruido, a comienzos del
siglo XX, por su propietario ante el interés despertado en los especialistas
que acudían a conocerlo. No obstante, hace unos años, con motivo de unas
reformas realizadas en la casa donde se encontraba, aparecieron algunos fragmentos
de la decoración que fueron fotografiados por D. Herminio Lafoz que, en
aquellos momentos, ejercía la docencia en el Instituto de Borja.
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