domingo, 27 de agosto de 2017

Agradecimiento a Pedro Lázaro





         Tras cruzar el arco y, por la calle de San Francisco, la comitiva se dirigió a la cercana placeta de Cortes en la que tuvo lugar otra de las escenas de la recreación, en concreto la del reconocimiento de los monarcas a D. Pedro Lázaro, miembro de una ilustre familia borjana.






         Tras llegar los reyes a ese lugar, el relator explicó que se quería recordar un hecho acaecido en Barcelona el 5 de diciembre de 1492, ciudad a la que, desde Borja habían viajado D. Fernando y Dª. Isabel. Ese día, un individuo llamado Juan de Cañamares intentó acabar con la vida del monarca, asestándole una puñalada. Fue precisamente D. Pedro Lázaro Pérez Albero, Alguacil Mayor de la Inquisición en la ciudad condal y natural de Borja, quien logró desarmar al agresor, motivo por el cual cuando D. Fernando se recuperó de la grave herida que le fue infringida le hizo entrega de la daga que había estado a punto de ocasionarle la muerte.




         La casa de los Lázaro se conserva todavía en Borja en poder de sus descendientes, la familia Ojeda, y ayer lucía en su fachada un repostero con la “L” de sus armas. Del patio de ese hermoso edificio salió el actor que representaba a D. Pedro para ir al encuentro de los reyes.




         Tras besar sus manos, tanto D. Fernando y Dª. Isabel le dedicaron palabras de reconocimiento por su gesta y el rey procedió a entregarle esa daga que, durante algún tiempo, conservaron sus descendientes hasta que la donaron al Gobernador General de Aragón.







         Finalizado este acto y por la calle de San Francisco y plaza de las Canales la comitiva marchó hacia la plaza del Olmo donde se representó la siguiente escena. A su paso por la casa de los Nogués, hermosamente engalanada y donde se ofreció pan con vino a quienes fueron a visitarla, les fueron lanzados pétalos de rosa, mientras sus propietarios vitoreaban a los reyes.

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