Las
seis de la mañana era la hora fijada para el inicio de la Aurora de San
Bartolomé a las puertas de la Casa Consistorial. Allí se dio cita un nutrido
grupo de personas, aunque nos ha sorprendido la posición de las agujas del
reloj en la imagen superior.
Desde
allí iniciaron su recorrido por distintos lugares de la ciudad, llegando hasta
el pilar de la Cubilla, dedicado a su Santo Patrón, siempre precedidos por el
sonido de una campanilla. Ya amaneciendo regresaron a la iglesia de San Bartolomé
desde la que partió, a continuación, el Santo Rosario para el que las auroras
constituyen una invitación a tomar parte en el mismo.
Fue
presidido por el Párroco de Borja D. Carmelo Roy y en el tomaron parte muchos
cofrades que portaban velas e iban precedidos por el estandarte de la cofradía,
flanqueado por dos faroles. Tras el regreso al templo de partida, se ofreció el
desayuno del que dimos cuenta ayer.
Tanto
durante la Aurora como en a la salida del Rosario, fueron lanzados cohetes,
encargándose de este cometido un cofrade especialista en estos menesteres.
Hay
que destacar la presencia en la Aurora de D. Serafín Lacleta, el miembro más
veterano de la cofradía, de la que fue Presidente que quiso sumarse al canto de
la misma, al paso por su domicilio.
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