El 25 de agosto de 1889
nació en Borja D. José Manuel Lacleta
Lázaro. Era hijo de D. Melchor Lacleta y de Dª Isabel Lázaro. El 1 de
febrero de 1907 ingresó en la Academia de Artillería de Segovia, siendo
promovido al empleo de Teniente el 25 de julio de 1912. Estuvo destinado en 7º
Regimiento montado de Zaragoza y en el 9º Regimiento, de guarnición en Barcelona,
desde donde fue enviado a Marruecos a comienzos de 1915. Participó en las
operaciones militares que se desarrollaron en el territorio dependiente de la
Comandancia General de Larache, al mando de varias baterías, siendo citado en
la Orden General de 16 de marzo de 1916 por su distinguido comportamiento en
acción de guerra.
El 19 de agosto de ese
año fue designado para realizar el curso de “Observador de aeroplanos” en el
aeródromo de Arcila. Posteriormente participó en varios vuelos sobre territorio
enemigo, siendo recompensado con la Cruz del Mérito Militar con distintivo
rojo. Continuó su formación en Cuatro Vientos y Getafe, donde ascendió a
Capitán, y obtuvo el título de “Piloto de 1ª categoría”, reintegrándose después
al Arma de Artillería, desempeñando destinos en Zaragoza. En 1921 fue enviado
en comisión a la Fábrica Nacional de Armas de Trubia donde elaboró memorias
sobre temas técnicos que causaron una impresión muy favorable, por lo que fue
destinado a las instalaciones fabriles, donde estuvo cinco años desarrollando
diversos proyectos, entre ellos la construcción del primer camión blindado
español. En 1926, pasó a la situación de Supernumerario, al ser nombrado
Ingeniero Jefe del taller de locomotoras que la Bacbock Wilcox tenía en Bilbao.
En 1931 volvió al
servicio activo, como Comandante, y estando destinado en el Regimiento de
Artillería de Montaña nº 1 de guarnición en Barcelona, le sorprendió la Guerra
Civil, siendo inmediatamente detenido y encarcelado en el castillo de Montjuich,
desde donde pasó al buque prisión Uruguay.
Juzgado en Consejo de Guerra, sufrió una condena de seis meses y un día de
prisión. Fue puesto en libertad en muy malas condiciones físicas, volviendo a
ser detenido por un grupo que mandaba un miliciano llamado Luzbel Ruiz. Fueron
momentos extremadamente difíciles, dado que estuvo a punto de ser fusilado. Sin
embargo, por una extraña serie de casualidades, le permitieron operarse de una
hernia inguinal en la clínica Gimbernat, desde la que preparó su huida a
mediados de 1937, atravesando el Pirineo para incorporarse inmediatamente a la
zona nacional. Allí le encargaron de organizar y mandar la Agrupación Artillera
de la División 105, con la que entró en combate en el frente de Aragón.
Poco después volvió a
ser enviado a la Fábrica Nacional de Trubia, como Jefe de Fabricación y
responsable de los talleres de Montajes y Carros de Combate, donde ascendió a
Teniente Coronel y a Coronel en 1941. En mayo de 1943 se le dio el mando del
Regimiento de Artillería nº 30, con base en Tetuán y ese mismo año se hizo
cargo del Regimiento de Artillería de Costa de Marruecos, donde estuvo
destinado muy poco tiempo ya que, el 31 de agosto se integró en el Cuerpo de
Ingenieros de Armamento y Construcción de Ejército. A partir de ese momento
estuvo destinado en la Dirección General de Industrias del Ministerio del
Ejército, donde el 16 de marzo de 1953 fue promovido al empleo de General
Subinspector y destinado a la Dirección General de Industria y Material, como
Jefe de Fabricación, cargo que desempeñó hasta su pase a la reserva el 26 de
agosto de 1955. Estaba en posesión de numerosas condecoraciones y falleció en
Madrid el 25 de marzo de 1959.
El 25 de agosto de 1933
nació en Borja D. Antonio Bolea Romanos
que, desde temprana edad, destacó como excelente lanzador de barra aragonesa.
Fue uno de los grandes practicantes de esta modalidad del deporte tradicional
de nuestra tierra, lo que refrendó con triunfos relevantes en los numerosos
concursos en los que tomó parte.
Su recuerdo permanece
unido a su labor como miembro de la Federación Aragonesa de Deportes
Tradicional y a sus actividades como Juez en las competiciones de Lanzamiento
de Barra. Con gran entusiasmo contribuyó
a mantener vivo este deporte y supo transmitir a los más jóvenes la afición que
sentía. Falleció el 13 de abril de 1993 y el M. I. Ayuntamiento de Borja quiso
rendirle homenaje creando el “Memorial Antonio Bolea”, un concurso anual de
Tiro de Barra que se celebra con ocasión de nuestras fiestas.
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