El 20 de agosto de 1899
falleció en Sevilla D. Manuel de Ojeda y
Palomo, del que proceden la mayor parte de las actuales ramas de la familia
Ojeda. En nuestro Diccionario Biográfico
ya dimos noticia de este personaje nacido en Sevilla, en 1813, en cuya curiosa
trayectoria destacaba el hecho de haber debutado como tenor, tras cursar
estudios musicales en su ciudad natal.
Sobre su carrera
musical hemos encontrado referencias en diferentes publicaciones de la época e,
incluso, en la tesis doctoral del Dr. D. Octavio Lafourcade Señoret sobre el
músico Ramón Carnicer, en la que cita el debut de Manuel de Ojeda en Madrid,
cantando La Sonnambula de Bellini y Parisina d’Este de Donizetti. Fue
durante el verano de 1834, cuando la capital de España se había desencadenado la
primera epidemia de cólera que provocó una grave crisis en los teatros por la
escasa afluencia de público. Sin embargo, en las actuaciones de Ojeda la sala
estuvo llena y El Eco del Comercio dedicó grandes elogios del tenor, que tenía
21 años, destacando el mérito de su actuación, por tratarse de “un joven que ni
siquiera ha pisado Italia ni tiene una sola “i” en su apellido”.
Es curiosa esa
referencia a la letra i, pues quizá influido por ella Ojeda se anunció
posteriormente con el nombre artístico de “Manuel de Ojeda Manti”, aunque en
otras ocasiones lo hemos visto escrito como “Manuel de Ojeda Manthis”, lo que
nos ha permitido conocer la verdadera razón de ese nombre.
Durante aquellos años
actuó en diversas ciudades, como Sevilla, Jerez y Zaragoza, llegando a ser
primer tenor de la Compañía Lírica de Madrid. En mayo de 1844 se presentó en el
Teatro Ventadour de París, con el éxito que refleja la crónica que reproducimos
al comienzo, suscrita por Theóphile Gautier, el famoso poeta y dramaturgo que
también ejerció como crítico literario y que dedica grandes elogios al “joven
andaluz”, proclamándolo triunfador en el duelo musical con la soprano.
No conocíamos al
redactar su reseña biográfica los antecedentes de este tenor español que ahora
hemos podido comprobar que había nacido en el seno de una distinguida familia
sevillana. Era hijo de D. Juan José de Ojeda y Manthis (nacido en 1756). Del
segundo apellido del padre procedía por lo tanto el “Manti” utilizado en su
nombre artístico. Tuvo dos hermanos llamados Alonso y Teresa de Jesús. Esta
última contrajo matrimonio con D. Antonio Manuel Lutrgardo de Tassara y Wilson,
del que entre otros personajes descendía el Inspector General del Arma de
Caballería D. Carlos García Tassara.
Por otra parte, D. Juan
José de Ojeda y Manthis era hijo de D. Juan José de Ojeda y Romero de Tejada
(nacido en 1739) y de Dª. Juan Matías Manthis Gómez (nacida en 1732).
Por lo que respecta a
nuestro personaje, en un momento determinado abandonó la carrera como tenor en
ingresó en la Administración Pública. En el citado Diccionario afirmábamos que
lo hizo en el Ministerio de Hacienda como Oficial octavo. Ahora, hemos
documentado su labor en el Ministerio de Fomento, en el que ejerció como Jefe
de las secciones de Fomento de Toledo y Alicante, pasando después a ocupar el
mismo cargo en Madrid. En 1849 fue nombrado Gentilhombre del Interior por la
reina Isabel II y, en 1876, aparece en “Escalafón general de los empleados
activos y cesantes del ramo de Correos” del Ministerio de la Gobernación como “Jefe
de negociado de tercera clase”, en el nº de los cesantes, haciendo referencia a
que “Ha disfrutado 7.500 pesetas como Gentil-hombre del Interior”. Tras la
Restauración fue nombrado Gentilhombre de Entrada por la “Reina Madre”. Comoquiera
que, desde 1874, el monarca reinante era Alfonso XII, debió tratarse de un
nombramiento honorífico por parte de Isabel II ya exiliada en Francia.
Manuel de Ojeda
contrajo matrimonio con Dª. Agustina Perpiñán y Sarabia, una de las hijas de
los barones de la Torre, con la que tuvo seis hijos. La familia se estableció
en Zaragoza, fijando su residencia en el actual palacio de Sástago, donde
falleció trágicamente la esposa, como consecuencia de un incendio, cuando tenía
32 años. Los hijos quedaron al cuidado de sus abuelos maternos, mientras que el
padre falleció en Sevilla, a donde se había retirado en sus últimos días.
El mayor de los hijos
fue D. Alfredo de Ojeda y Perpiñán, nacido en Zaragoza en 1838 que fue Diputado
por el Distrito de Borja, Presidente de la Diputación Provincial y Alcalde de
Zaragoza. De él desciende todos los miembros de la familia establecidos en
nuestra ciudad.
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