Entre
las aportaciones a este “Año Coloma” que estamos conmemorando queremos destacar
hoy los paneles que la Librería Sancho ha instalado recientemente en su
escaparate, a través de los cuales se resalta la importancia que la difusión de
la imprenta tuvo en la época de Juan de Coloma.
Porque,
como se pone de manifiesto en los mismos, aunque la primera imprenta se puso en
marcha en Maguncia, en 1436, por obra de su inventor Juan de Gutenberg, no fue
hasta 1470 cuando llegó a España, precisamente en la época de Coloma. Ello
constituyó una auténtica revolución en la difusión de la Cultura, al hacer
posible una mayor difusión de las obras escritas y abaratando su precio, dado
que hasta entonces los libros, escritos e ilustrados a mano constituían un lujo
al alcance de muy pocas personas, constituyendo auténticas obras de Arte, como
ese Libro de Horas de Isabel la Católica que se inserta en uno de los paneles.
En
otro de ellos se explica el proceso de impresión en aquellos primitivos
talleres de impresión. Creemos que esta iniciativa constituye una interesante
aportación dentro de las múltiples iniciativas puestas en marcha.
En
relación con este tema, queremos recordar que en la sala VI del Museo de la
Colegiata de Borja se exhibe un incunable, conservado en su biblioteca. Se
trata de un ejemplar de la Aurora Novissima
de Pietro de Unzola, un jurista y notario italiano que ejerció su profesión en
Bolonia, ciudad en la que falleció en 1312. Dejó escritas varias obras, entre
ellas la que comentamos, basada en un tratado anterior de su maestro Rolandino
de Passaggeri, de la que se hicieron dos ediciones, la primera impresa en
Bolonia en 1479 y la segunda en Vicenza en 1485, a la que corresponde el
ejemplar del Museo de la Colegiata.
Como es sabido, se da el nombre de “incunable” a las obras que
fueron impresas durante el siglo XV, concretamente hasta el domingo de Pascua
de 1501, mientras que se aplica la denominación de “protoincunables” a los
primeros libros impresos, en el período comprendido entre 1472 y 1480.
El citado ejemplar del
museo es el único existente ahora en Borja, pero en la magnífica biblioteca del
convento de San Francisco hubo varios, incautados tras la Desamortización,
algunos de los cuales se encuentran en Biblioteca Universitaria de Zaragoza.
Allí, el Dr. D. Alberto Aguilera localizó 17 incunables, procedentes de ese
convento, de los que dimos cuenta en un artículo publicado en este blog, de los
cuales dos pueden ser considerados “protoincunables”. En todos ellos aparece la
mención “De la librería de San Francisco de Borja” y en algunos un sello, en
torno al cual puede leerse “Este libro es de S.F. de Borja”. Es posible que
haya más y, en cualquier caso, está pendiente de realizar un estudio sobre esa
biblioteca, a partir de las obras que se conservan en diferentes lugares, entre
ellos nuestra ciudad.
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