Una de
las tradiciones más bonitas de la fiesta de San Bartolomé es el denominado
baile del roscón que consiste en el traslado del gran roscón que,
posteriormente se colocará en la peana procesional del Santo, desde la casa de
los mayordomos a la iglesia.
El
recorrido se efectúa al son de una conocida música, mientras el roscón es
bailado por los mayordomos y, en ocasiones, por otras personas que lo toman en
sus manos. Van acompañados por los danzantes y precedidos por los gigantes,
cerrando la comitiva la Agrupación Musical Borjana.
Comoquiera
que este año las mayordomas eran varias y, además, expertas bailadoras unas y
otras se fueron sucediendo en este cometido, resultando especialmente
brillante.
De
esta forma se llegó a la antigua parroquia de San Bartolomé, colocándolo a los
pies del busto procesional, junto con los que roscones de menor tamaño que
habían sido llevados en día anterior, con el resultado que aparece en esta
última fotografía.
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