miércoles, 15 de julio de 2020

Acerca del futuro de la pandemia


         Algunas personas nos han preguntado por qué no hacemos, desde hace tiempo, alusión a la pandemia. Al margen de que se trata de un tema un tanto ajeno a los que abordamos en el blog, recordamos que, cuando al inicio de la misma, lo hicimos, aprovechando que nuestro Presidente es especialista en Microbiología y Medicina Preventiva, hubo algunos que nos tildaron de alarmista e, incluso, hubo quien nos reprochaba el ofrecer información no contrastada.
         Mientras tanto, la pandemia ha ido extendiéndose por todo el mundo, con cifras cada vez más preocupantes, a pesar de que el descenso de casos experimentado en España ha hecho creer que la crisis iba siendo superada, cosa que los rebrotes que estamos padeciendo vienen a desmentir.

         Prever el futuro es algo imposible, pues nadie tiene dotes de adivino y, por otra parte, el desconocimiento en torno a la enfermedad es muy grande, de manera que incluso los supuestos expertos no se ponen de acuerdo incluso sobre los mecanismos de transmisión y sobre las medidas a adoptar.




         Recientemente, el Director Adjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el italiano Ranieri Guerra efectuó en la RAI 3 unas declaraciones realmente preocupantes, dado que este especialista comparaba la situación actual con la provocada por la mal llamada “Gripe española” de 1918.



         Señalaba que, tras una primera fase en la que provocó 500.000 muertos (los de la actual pandemia ya superan esa cifra) rebrotó con fuerza en el mes de septiembre ocasionando una cifra de fallecimientos que nunca ha llegado a cuantificarse con certeza pero que oscila entre 50 y 100 millones de personas, alrededor de 300.000 en España. Ranieri admitía la posibilidad de que COVID pueda llegar a ocasionar unos 50 millones, sobre todo teniendo en cuenta su difusión en áreas más vulnerables, donde ya se está extendiendo con rapidez.

         El Director Adjunto de la OMS tampoco es un adivino, por lo que sus estimaciones no pueden tomarse como un dato cierto, pero sí que constituyen una valoración importante acerca de la importancia que se concede a la pandemia y a sus demoledores efectos, tanto desde el punto de vista sanitario como económico. Esto último es algo que, por el momento, suele ser relegado, dado que priman los aspectos relacionados con la morbilidad y la mortalidad ocasionadas por la enfermedad.





         Respecto a las medidas de prevención a adoptar, una vez más se insiste en la utilización de mascarillas. Ya se hizo con ocasión de la gripe, como muestras estas imágenes en una de las cuales una de las personas luce un cartel con la frase “Wear a mask” (Use la mascarilla).




         Pero, aunque las mascarillas proporcionan una falsa sensación de seguridad, entonces no pudieron evitar las sobrecogedoras imágenes de aquellos grandes espacios habilitados como hospitales improvisados, en los que tantas personas murieron.
         Mucho más eficaz que las mascarillas o las fumigaciones con bactericidas, son otras medidas como evitar grandes concentraciones, el uso de medios de transporte masivos, siempre que sea posible y, sobre todo, la permanencia de muchas personas en locales cerrados, sean públicos o peñas privadas.

         Y, desde luego, un medio que entonces no existía, el rastreo de los casos y la detección de las personas con las que han estado en contacto para aislarlas preventivamente de manera inmediata.





         El Dr. Ranieri Guerra en sus comparecencias públicas ha aparecido con frecuencia portando una mascarilla FFP 3 mucho más eficaz que las de uso quirúrgico que suelen verse en nuestras calles. Pero la forma de utilizarla no deja de llamar la atención en una persona tan relevante, lo que nos induce a pensar que no concede demasiada importancia a ese procedimiento.
         Por lo que respecta a nuestra zona, día a día se suceden las noticias relacionadas con la aparición de nuevos focos, como el caso de un ciudadano extranjero en Borja, los de una empresa de Magallón y, ahora, los de Boquiñeni, donde el Ayuntamiento ha decretado el cierre de los parques, instalaciones deportivas y el centro de mayores. Todo ello, mientras en Aragón el Gobierno autonómico ha decretado la vuelta atrás en amplias zonas entre las que, por el momento, no se incluye la nuestra.
         Resumiendo, la situación dista mucho de estar superada, por lo que hay que mantener una actitud expectante, evitando contactos y desplazamientos innecesarios. Aunque nadie pueda asegurarlo, podemos llegar a una segunda fase peor que la anterior, donde, aunque no haya sido suficientemente resaltado, hubo algo que no falló: la cadena de suministros alimentarios.

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