La construcción de la ermita de San Sebastián de la Loteta

 

         Pedro Domínguez Barrios ha querido recordarnos la historia de esta ermita que es uno de los monumentos más emblemáticos de Magallón y, en la actualidad, completamente restaurada por su Ayuntamiento, dado que en ella se venera a uno de los Patrones de la villa.

         Fue construida por Martín Bernal, joven maestro de obras de El Pozuelo, por encargo del justicia y jurados de Magallón, en 1633. Hacía poco más de 20 años que habían sido expulsados los moriscos, lo que dio lugar en nuestra zona y en otros muchos lugares a una grave crisis económica.

         Como todas las iglesias aragonesas de esa época, es una construcción austera, con escasa decoración, pero sin embargo sumamente agraciada. Es de planta rectangular,  dividida en tres naves que se cierran en testero recto en lugar de ábside, solución típica de otras iglesias de nuestra comarca, como las de Fréscano o Bureta.

Las naves constan de cuatro tramos, siendo más ancha y alta la central, (tipo basílica), cubriéndose la nave central con bóveda de arista, y las laterales con medio cañón con lunetos. En esta distribución del espacio interior, radica la singularidad y belleza de la ermita, (la de la Virgen del Rosario sólo tiene medio metro más de luz y se cubre con un solo tramo).

Las bóvedas apoyan en pilares cuadrados con pilastras adosadas para recibir los arcos torales, Asimismo los muros laterales, también tienen pilastras para recibir a los arcos torales y formeros de las naves laterales. Austera pero no falta nada. A ambos lados del primer y segundo tramo, se disponen capillas laterales, una de ellas con curiosa forma semicircular. La decoración interior se reduce a las molduras de la imposta perimetral que señala el arranque de la bóveda interrumpida en el lugar que ocupaba el retablo; y los capiteles de los pilares que reproducen la misma moldura. (si bien existen restos de pinturas murales).

El muro exterior, es de tipo “toledano” (entramado de machones y verdugadas de ladrillo, con los entrepaños rellenos de mampuesto) se llama así por ser tan habitual en Toledo, los entrepaños se suelen rellenar con piedra vulgar para enfoscar; en este sin embargo es de destacar la elección de la piedra para quedar vista, el yeso fibroso. 

La fachada principal es una fachada plana, con la puerta de acceso en medio punto, sobre ella una hornacina, también en medio punto, rematada por arcos “en cortina” a cada lado un pináculo, y se corona por un una espadaña de frontón triangular, completamente en ladrillo. La decoración de la fachada se reduce a los ladrillos aplantillados de los arcos de portada y la hornacina, así como el dentículo de ladrillo que bordea la parte alta y el frontón de la espadaña.

Como hemos comentado anteriormente, sabemos que Martín Bernal comenzó la obra allá por el 1633, pero no sabemos con certeza si fue obra de nueva planta, o había restos de una ermita anterior. Por otro lado, todos conocemos también ese hermoso arco de ladrillo situado en el muro lateral  derecho, (porche cubierto) de más empaque que el acceso actual, y también con hornacina encima, que además está sobre un muro distinto, totalmente de ladrillo.

Esto parece indicar que se trata del acceso a la antigua ermita, según el cual, esta estaría en posición transversal a la actual, según se refleja en la planta, también el muro anexo a este, al quitar el revoco durante las últimas obras, el entrepaño aparece de tapial y las verdugadas de piedra de río, aparentemente más antiguo.

Otra prueba significativa es el cambio de tipo de alero sobre este arco, de teja, mientras que el perimetral es de pico. Por otro lado, la pila benditera gallonada también nos parece anterior. De ser así, sería el segundo caso en la villa, ya que Santa María de la Huerta se construyo transversal a la ermita de la Virgen de Magallón.

Otra prueba significativa es el cambio de tipo de alero sobre este arco, de teja, mientras que el perimetral es de pico. Por otro lado, la pila benditera gallonada también nos parece anterior. De ser así, sería el segundo caso en la villa, ya que Santa María de la Huerta se construyo transversal a la ermita de la Virgen de Magallón.