Los
árboles partidos en los alcorques de plazas y calles producen una mala
impresión. En primer lugar, como en el caso de este arbolito de la plaza de San
Francisco porque resulta difícil de entender la causa de su rotura y, en
segundo lugar, porque en estos casos es conveniente proceder a su reemplazo.
Comoquiera que estamos en época propicia para ello, nos imaginamos que el
Ayuntamiento tendrá ya previsto plantar un nuevo árbol en este lugar.
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