domingo, 30 de mayo de 2021

Iluminación de retablos

         Recientemente ha sido sustituida la iluminación del retablo mayor de la colegiata de Santa María por una nueva instalación con focos led. No hemos podido ver el resultado pero nos han informado de que se ha conseguido una mejora sustancial, especialmente por lo que respecta a la zona superior del retablo.

         Los nuevos materiales han contribuido en los últimos años a cambiar radicalmente el interior y el exterior de nuestros templos que, hasta hace relativamente poco tiempo, no contaban con otra iluminación que la procedente de los ventanales, cuando los había, o la luz mortecina de los cirios.

         En las construcciones románicas la falta de luz era una de sus características fundamentales que vino a cambiar el gótico con los amplios vanos cerrados con vitrales en los que la luz al pasar provocaba efectos muy llamativos. Pero eso ocurría en las grandes catedrales ya que en los pequeños templos la situación era muy diferente e, incluso, soluciones arquitectónicas posteriores como las bóvedas de lunetos lo que pretendían era mejorar la iluminación interior de las iglesias.


         En algunos lugares, como en la iglesia del monasterio de Veruela, se instalaron lámparas a imitación de las “coronas de luz” francesas que, originalmente, tenían velas aunque ahora sean eléctricas. Es probable que en Borja también las hubiera, no de esas características, sino de mucho menor tamaño.


         La llegada de la luz eléctrica supuso un cambio radical, dado que se recurrió a ella tanto para la iluminación ordinaria como en los casos extraordinarios. Uno de ellos es el que aparece reflejado en la decoración del altar mayor de Santa María para la fiesta del Sagrado Corazón. Además de una estructura cuadrangular con bombillas se colocaban guirnaldas de bombillas rodeando las columnas. El conjunto aparece flanqueado con “arañas” domiciliarias y los ángeles que portando luminarias se popularizaron en aquellos años.

         Llamamos la atención también sobre los antiguos bancos para la corporación municipal porque cada uno de ellos tenía 8 plazas. No sabemos qué fue de ellos, tras su retirada por parte del entonces párroco, a pesar de que no eran suyos, sino del Ayuntamiento, y su sustitución por otros de menor tamaño que obligan a colocar sillas supletorias pues no tienen capacidad para todos los miembros de la corporación.



         La nave se ilumina aún con unas lámparas cuya forma recuerda a las citadas “coronas de luz”. Instaladas a mediados del siglo XX, vinieron a sustituir a unos brazos que salían de los muros. Luego se instalaron los focos que corren por la cornisa e iluminan la bóveda, así como los laterales, ahora reemplazados, que daban luz al presbiterio y al retablo.


         Acerca del entusiasmo desatado por la irrupción de la luz eléctrica tenemos esta preciosa fotografía de la Virgen de Misericordia en torno a la cual se dispusieron todas esas bombillas que se aprecian perfectamente. Lo sorprendente es que, en aquellos tiempos de precarias instalaciones sin sistemas de seguridad, no se incendiaran más retablos.





 

No hay comentarios:

Publicar un comentario