Sin ofrenda ni Rosario de Cristal

 

         Otro año más, la pandemia que vuelve a irrumpir en nuestra ciudad nos impide celebrar la fiesta de nuestra Patrona, Ntra. Sra. de la Pean de forma muy diferente a como estábamos acostumbrados. Todo se limitará a los actos religiosos que hoy serán las diversas Eucaristías que se sucederán en la antigua colegiata de Santa María. La de las doce de la mañana será retransmitida por Facebook.

         Aunque no faltarán flores a los pies de la Virgen, lo que no podrá celebrarse es la multitudinaria ofrenda que había ido adquiriendo, cada año, un mayor relieve y en la que solía estar presente nuestro obispo, al que deseamos un pronto y merecido retiro que parece demorarse, dada su vocación de servicio a la Iglesia y su completa entrega al pueblo de Dios que le ha correspondido pastorear.

         Tampoco recorrerá las calles borjanas esta tarde esa gran manifestación de fervor que es el Rosario de Cristal del que, como ya señalamos, nos disponemos a celebrar en 2028 su primer centenario. Según diversas fuentes consultadas, es muy posible que, para entonces, la pandemia haya desaparecido.

         Pero lo que más echaremos en falta es esa triunfal entrada del trono de la Virgen en Santa María, al finalizar el recorrido por nuestras calles, entre aplausos y vítores. A esa “soberana emperatriz de cielos y tierra”, como se la calificaba la antigua novena, volvemos nuestros ojos en momentos en los que necesitamos su ayuda, al igual que lo hicieron los labradores borjanos en 1789, cuando la terrible sequía por la que atravesaban amenazaba con destruir, una vez más, sus cosechas.