jueves, 10 de junio de 2021

Actos vandálicos contra el Patrimonio durante la República y la Guerra Civil

         Que en todo conflicto se producen destrucciones que afectan al Patrimonio Cultural de las partes enfrentadas es un hecho evidente, a pesar de que ello esté tipificado como un crimen contra la humanidad y existan ya instrumentos legales que obligan a su protección.

         Pero en España, los actos vandálicos contra el Patrimonio Artístico Religioso no fueron, en la mayoría de las ocasiones, derivados de acciones militares en el transcurso de la guerra, sino que la mayoría de ellos fueron motivados por el furor antirreligioso desencadenado desde los primeros momentos de la proclamación de la II República.

         A partir de mayo de 1931 ardieron en diversos lugares de España más de cien templos y casas religiosas, sin que el gobierno hiciera nada para impedirlo. Ello ocasionó pérdidas patrimoniales de gran importancia que no suelen ser tenidas en cuenta.


         Ha llegado a nuestro poder un desplegable devocional que, a efectos de reparación, se reproducen algunas de las imágenes de la Virgen que fueron pasto de las llamas en aquellos aciagos días de 1931.

         Entre ellas la Inmaculada que los jesuitas tenían en su casa de la calle de la Flor, en Madrid, o la Virgen del Carmen de la iglesia de los carmelitas en la plaza de España, la cual ardió por completo, aunque se salvaron la cabeza con ese rostro que, según la tradición, se había vuelto para contemplar a un novicio que vacilaba en su vocación.


         Algunas de ellas eran obras muy importantes como la Purísima de Salcillo que se veneraba en la iglesia de los franciscanos de Murcia; o la Virgen de la Soledad de Pedro de Mena que estaba en la iglesia de San Pablo de Málaga, ciudad en la que fueron quemadas 21 imágenes de la Virgen, entre otras muchas.


         En Cádiz desaparecieron en la iglesia de los dominicos la imagen de la Virgen del Rosario, que era la Patrona de la ciudad, y junto con ella otra imagen, también de la Virgen del Rosario que era conocido con el sobrenombre de “La Galeona” por haber navegado muchas veces a bordo de los buques de la Carrera de Indias.


         Es curioso que es la imagen ante la que los miembros de la dotación del Juan Sebastián de Elcano se despiden antes de emprender su crucero anual o, como ocurre este año, viaja a bordo del mismo. Pues bien, nadie nos dijo nunca que esa imagen la hizo en 1945 el escultor Juan Luis Vasallo conservando en su interior los restos quemados de la anterior, aunque la cabeza de la Virgen y el Niño son los originales pues se salvaron de incendio.


         Nos ha impresionado la lectura de este sencillo folleto y esperamos que en algún momento se inicie la realización de un inventario, absolutamente imprescindible, de todo el Patrimonio perdido, de igual manera que existen obras bastante completas, como recientemente adquirida por nosotros, sobre el Patrimonio español fuera de España.






 

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