sábado, 12 de junio de 2021

Curiosa foto del archivo Sierra

 

         Ayer dimos a conocer una antigua fotografía correspondiente a la inauguración en Borja de la sucursal de la primera entidad bancaria que hubo en nuestra ciudad. Hoy mostramos una muy curiosa que también pertenece al archivo Sierra.

         En este caso no es de Borja, sino que fue realizada en Barcelona a comienzos del siglo XX. En ella puede verse a un grupo de miembros de la Venerable Orden Tercera, en torno a un religioso franciscano (de la Primera Orden) que es quien ocupa el sillón del centro.


         San Francisco de Asís fundó en 1209 la que se llamó “Orden de los Hermanos Menores” o Primera Orden, cuyos miembros son los religiosos franciscanos en sus diferentes ramas surgidas de un tronco común. En 1212 creó una Segunda Orden, en este caso con la colaboración de Santa Clara de Asís. Conocidas inicialmente como “Damas Pobres” actualmente son las clarisas que, en nuestra ciudad, tienen un convento o más bien monasterio.

         Finalmente, en 1221, atendiendo al interés de muchos laicos por vivir la espiritualidad que había inspirado a las anteriores, aunque sin profesar como religiosos, surgió la que se llamaría “Venerable Orden Tercera” que tuvo una gran difusión y en la que personas de cualquier clase o condición se comprometían a vivir en penitencia, aunque sin abandonar sus familias.

         Hasta fechas muy recientes, en Borja hubo un nutrido grupo de terciarias franciscanas pero, en el pasado, existieron también varones que pertenecieron a ella y sobre sus actividades, el Dr. Aguilera ha publicado algún trabajo.


         Tras el concilio Vaticano II las reformas llegaron también a esta histórica orden que, por decisión del Papa Pablo VI, pasó a llamarse “Orden Franciscana Seglar” y se modificaron sus reglas.

         El conjunto de personas, algunas muy jóvenes, que aparecen en la fotografía eran por lo tanto terciarios franciscanos que, en determinadas ocasiones, podían vestir el hábito, ceñido por el cordón blanco característico de la familia franciscana. En teoría el cordón lleva tres nudos, en alusión a los tres votos que profesan los miembros de la Primera y Segunda Orden. Los de la tercera no emitían ninguno, pero por costumbre vemos que sus cordones llevan algunos.

         Era una costumbre muy frecuente que se enterraran con el hábito, aunque también lo hacían personas que no pertenecían a la VOT. En este caso, los hábitos correspondientes los facilitaba el convento de franciscanos más próximo. En nuestra ciudad, los hábitos constituían uno de los procedimientos para allegar recursos.

         Lo que no sabemos son las razones por las que esta fotografía estaba en el archivo de una familia borjana. Es posible que, entre los retratados hubiera algún miembro de la misma. Al margen de ello, nos ha parecido interesante darla a conocer pues no son muy abundantes los testimonios gráficos de este tipo.




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