Ayer
dimos a conocer una antigua fotografía correspondiente a la inauguración en
Borja de la sucursal de la primera entidad bancaria que hubo en nuestra ciudad.
Hoy mostramos una muy curiosa que también pertenece al archivo Sierra.
En este caso no es de Borja, sino que fue realizada en Barcelona a comienzos del siglo XX. En ella puede verse a un grupo de miembros de la Venerable Orden Tercera, en torno a un religioso franciscano (de la Primera Orden) que es quien ocupa el sillón del centro.
San
Francisco de Asís fundó en 1209 la que se llamó “Orden de los Hermanos Menores”
o Primera Orden, cuyos miembros son los religiosos franciscanos en sus
diferentes ramas surgidas de un tronco común. En 1212 creó una Segunda Orden,
en este caso con la colaboración de Santa Clara de Asís. Conocidas inicialmente
como “Damas Pobres” actualmente son las clarisas que, en nuestra ciudad, tienen
un convento o más bien monasterio.
Finalmente,
en 1221, atendiendo al interés de muchos laicos por vivir la espiritualidad que
había inspirado a las anteriores, aunque sin profesar como religiosos, surgió
la que se llamaría “Venerable Orden Tercera” que tuvo una gran difusión y en la
que personas de cualquier clase o condición se comprometían a vivir en
penitencia, aunque sin abandonar sus familias.
Hasta
fechas muy recientes, en Borja hubo un nutrido grupo de terciarias franciscanas
pero, en el pasado, existieron también varones que pertenecieron a ella y sobre
sus actividades, el Dr. Aguilera ha publicado algún trabajo.
Tras
el concilio Vaticano II las reformas llegaron también a esta histórica orden
que, por decisión del Papa Pablo VI, pasó a llamarse “Orden Franciscana Seglar”
y se modificaron sus reglas.
El
conjunto de personas, algunas muy jóvenes, que aparecen en la fotografía eran
por lo tanto terciarios franciscanos que, en determinadas ocasiones, podían
vestir el hábito, ceñido por el cordón blanco característico de la familia
franciscana. En teoría el cordón lleva tres nudos, en alusión a los tres votos
que profesan los miembros de la Primera y Segunda Orden. Los de la tercera no
emitían ninguno, pero por costumbre vemos que sus cordones llevan algunos.
Era una
costumbre muy frecuente que se enterraran con el hábito, aunque también lo
hacían personas que no pertenecían a la VOT. En este caso, los hábitos
correspondientes los facilitaba el convento de franciscanos más próximo. En
nuestra ciudad, los hábitos constituían uno de los procedimientos para allegar
recursos.
Lo que
no sabemos son las razones por las que esta fotografía estaba en el archivo de
una familia borjana. Es posible que, entre los retratados hubiera algún miembro
de la misma. Al margen de ello, nos ha parecido interesante darla a conocer
pues no son muy abundantes los testimonios gráficos de este tipo.
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