La Casa de Velázquez de Madrid nos ha remitido dos obras de interés. La primera de ellas lleva por título Ser y vivir esclavo. Identidad, aculturación y Agency (mundos mediterráneos y atlánticos, siglos XIII-XVIII) en la que Fabienne P. Guillén y Roser Salicrú i Lluch han reunido catorce trabajos de otros tantos autores que, como se señala en la contraportada, son aportaciones novedosas que, tanto desde la introducción del análisis de nuevas fuentes como desde la relectura de las que tradicionalmente, han sido más explotadas, constituyen un avance hacia nuevos estudios de historia socia de la esclavitud.
El
análisis no se circunscribe a la trata de esclavos negros tras el
descubrimiento de América sino que abarca también épocas anteriores en Europa e
individuos de otras razas y culturas. Hay dos trabajos especialmente curiosos,
uno de ellos el de Diego Manrique quien para evadir la esclavitud a la que
había sido sometido en España alegaba su condición de natural de México, razón
por la cual no podía ser considerado esclavo. A pesar de su tenacidad y de sus
constantes apelaciones ante diversas instancias no pudo conseguir su propósito.
El otro es el de una persona apellidada Céspedes, nacida en Alhama de Granada
de madre esclava, pero que llegó a ser libre. Bautizada como mujer, llegó
incluso a tener un hijo, pero posteriormente asumió su condición de “hermafrodita”
y con traje de hombre combatió en la guerra de las Alpujarras, contrayendo
después matrimonio con una mujer, cuando gozaba de fama con cirujano.
Denunciada ante la Inquisición fue condenada a 200 azotes y a servir diez años
gratis en un hospital.
En Les Intendants de la Vice-Royauté de la
Nouvelle Espagne (1764-1821). Repertoire prosopographique, Marie Pierre
Lacoste reúne las biografías de quienes desempeñaron el cargo de intendente en
Nueva España, desde el momento de su creación hasta la independencia del
virreinato.
Trabajo
de gran mérito, dada la dificultad que entraña seguir la trayectoria vital de
tan elevado número de personas, de las que ofrece también datos de sus
respectivas familias.
Revisando
los nombres de todos ellos, hemos encontrado los de algunos aragoneses como
Cristóbal Corbalán Rivera, Intendente de San Luis de Potosí, que había nacido
en Teruel en 1754; en esa misma ciudad nació en 1775 Pascual Liñán y Dolz de
Espejo que fue Intendente de Veracruz. El que fuera Intendente de la ciudad
León (Nicaragua) Juan Ayssa y Aróstegui era natural de Sesa (Huesca) donde
había nacido en 1797; mientras que el Intendente de León (Nicaragua) José
Salvador nació en 1741 en Velilla de Ebro. Cierra esta reducida nómina de
aragoneses, Miguel Pedro Altarriba e Isarre, nacido en Zaragoza en 1711, aunque
su padre era de Cariñena, que entre otros cargos desempeñó el de Intendente de
La Habana.
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