Esta semana, un nuevo derrumbamiento con gran estrépito en una céntrica zona del casco antiguo de Borja ocasionó la lógica alarma. El edificio afectado, situado en la calle Martín Sierra cayó hacia el interior, en medio de una gran polvareda, sin afectar a la calzada ni ocasionar daños personales.
Este
hecho viene a sumarse a otros derrumbamientos que se han ido produciendo en
torno al primer edificio que se derrumbó en la calle Mayor, sin que se
adoptaran medidas que evitaran un efecto dominó en las casas colindantes.
Probablemente se producirán más casos y el efecto que produce ese sector, ahora
visible tras la retirada de las chapas que lo ocultaban parcialmente, es
bastante deprimente.
Por el
momento, la calle Martín Sierra permanece cortada lo que molesta a algunos
vecinos que nos han comentado las molestias que ocasiona esta medida, a su
juicio, desproporcionada.
El
creciente deterioro del casco antiguo de nuestra ciudad por el abandono de sus
casas y que, por otra parte, tiene la consideración de BIC, debería obligar a
la puesta en marcha de alguna medida efectiva para su recuperación o para
paliar su degradación.
Ayer,
la prensa regional daba cuenta de que el Ayuntamiento de Tarazona, con la
unanimidad de todos los grupos políticos, ha suscrito un protocolo de
intenciones para recuperar el casco antiguo de esa ciudad, también BIC. Por lo
pronto para este ejercicio, el ayuntamiento turiasonense va a destinar una
partida de 300.000 euros para ese fin y otros 80.000 para la redacción de un
plan estratégico para la reactivación y revitalización del casco antiguo.
En
Borja, el plan existe pero no ha entrado en vigor al no haber sido aprobado.
También tuvimos conocimiento del propósito de conceder ayudas para mejorar las
fachadas y, de hecho, supimos que los vecinos de la calle San Juan iban a
solicitar una de ellas. No hemos vuelto a tener noticias de ello, pero la
situación es ya preocupante y sería necesario que, como se ha hecho en otros
lugares, se recabaran subvenciones para poner en marcha, en la forma que se
considere oportuno, la construcción de viviendas en los espacios derrumbados ya que, de seguir
por ese camino, dentro de algún tiempo nuestro casco histórico será un inmenso
solar.
Y el
problema no se circunscribe únicamente al entorno de la calle Mayor. Podemos
encontrar ruinas en cualquier otro lugar como la calle Belén o la calleja del
Rey donde un edificio histórico como es el antiguo palacio de los Amar se
encuentra en el estado que muestran las dos últimas fotografías. Existió un
proyecto para urbanizar el solar contiguo, enlazando esa calleja con la plaza
de San Francisco, lo que hubiera sido algo interesante pero, como otros varios,
quedaron relegados al olvido al ser reemplazados quienes los promovían.
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