domingo, 13 de junio de 2021

In memoriam, Dr. D. Ildefonso Mareca Cortés

 

         Ayer, al leer Heraldo de Aragón nos enteramos del fallecimiento del Prof. D. Ildefonso Mareca Cortés que tuvo lugar el pasado 2 de junio y del que no habíamos tenido conocimiento. Este año hubiera cumplido los 96 años. Lo hemos sentido, dado que se trataba de una personalidad relevante de nuestra comarca y uno de los principales especialistas españoles en el ámbito de la Enología.

         Aunque había nacido en Épila el 19 de octubre de 1924, siempre se consideró de Tabuenca, localidad a la que pertenecía su familia y donde tenía casa.

         Cursó los carrera de Químico Industrial en la Universidad Complutense donde, en 1952, se graduó como Doctor con una tesis sobre “Aportación al estudio de los mostos sulfitados en Enología” con la que obtuvo el Premio Extraordinario del Doctorado.


         Toda su vida estuvo dedicada al estudio del Vino. En 1949 comenzó a trabajar en el Instituto de Fermentaciones Industriales del CSIC, del que llegó a ser Profesor de Investigación en 1973. Cuando en 1958 fue creada la Escuela de la Vid y el Vino, fue nombrado profesor de la misma. En 1968, ocupó la Sub-Dirección y la Jefatura de Estudios y, en 1979, se hizo cargo de la Dirección de este prestigioso centro en el que se formaron muchas generaciones de enólogos españoles.

         Desde 1986 pasó a trabajar en el Departamento de Industrias Agrarias de la ETS de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid y al año siguiente comenzó a dirigir en la Estación Enológica y en la Facultad de Ciencias de Zaragoza el proyecto “Influencias climáticas y socio-económicas en la composición de las uvas y los vinos de Aragón”. 



         Autor de varios libros y artículos que hemos ido reuniendo en nuestro Centro, entre los que destacan Enología y Origen, composición y evolución del vino, ambos publicados por Editorial Alhambra. Su labor docente queda reflejada en el hecho de que dirigió, al menos, once tesis doctorales.

         Fue miembro de la Asociación Nacional de Enólogos, desempañando su Presidencia entre 1967 y 1980. Miembro de la Unión Internacional de Enólogos de la que fue elegido Vice-Presidente en 1965 y 1980. Académico correspondiente de la Academia italiana de la Vid y del Vino; Caballer Confraire d’Honor de Confraria dels Vins de Cava de Sant Sadurni y Académic d’Honor de la Academia de Testavins San Humbert de Vilafranca del Penedés, en 1963 fue galardonado con la Medalla de Bronce de la Commissión Internationale des Industries Agricoles et Alimentaires y en 1965 recibió la Medalla de Plata de la Association de Chimistes et Ingénieurs des Industries Agricoles et Alimentaires. En 1966 le fue otorgado el Premio Nacional de Investigación en equipo del CSIC y, en 2001, la Medalla de Oro de la Federación Española de Asociaciones de Enólogos. Estaba en posesión de la encomienda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio y era caballero de la Orden del Mérito Agrícola. 


         Quienes han glosado estos días su figura, ponían de manifiesto su sencillez, el amor a su familia y a su tierra, destacando esa imagen de la Virgen del Pilar que presidía su despacho.

         Nosotros recordamos su contribución a la mejora y promoción de nuestros vinos en años ya lejanos en los que preparó un proyecto para la planta embotelladora que se pretendía crear con capital privado y para la que llegó a elaborar un tinto. Asimismo, debemos destacar su pasión por la Pintura, siendo autor de muchas obras realizadas con gran oficio y destreza, como señalamos en la reseña que incluimos en nuestro Diccionario Biográfico.

         Al darle el adiós definitivo queremos hacer llegar a todos sus familiares nuestros sentimientos de condolencia al mismo tiempo que volvemos a recordar la importancia de un científico destacado para la Enología española y un hombre bueno que amó a nuestra comarca y cuyos restos reposan ya en Tabuenca.





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