Fue a finales de mayo cuando comentamos que uno de los madroños que había en la plaza de Nuestra Señora de la Peana se había secado, a consecuencia de algún tipo de plaga. Poco después fue retirado dejando vacío el alcorque.
Ayer
la Brigada Municipal procedió a colocar allí una nueva planta que,
evidentemente, no es un madroño. Hay que destacar la celeridad con la que se ha
procedido en esta ocasión.
Respecto
al madroño contiguo, la primera fotografía corresponde a su estado a finales de
marzo. Las otras son de ayer y da la impresión de que, aparentemente, se
encuentra algo mejorado, aunque es pronto para saber si finalmente se salvará.
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