miércoles, 12 de enero de 2022

Sobre la crisis de nuestras publicaciones

 

         El Centro de Estudios Bilbilitanos acaba de difundir el nº 4 de su revista Cuarta Provincia, pero en formato digital. Ello obedece a la grave situación por la que viene atravesando la Institución “Fernando el Católico” y todos sus centros asociados.

         Como ya se habrán percatado nuestros suscriptores, a lo largo de todo el año 2021 no hemos podido editar ninguna publicación, debido a la aplicación de unas normas que obligan a modificar por completo el proceso de contratación de la edición de libros y revistas. Al margen de la complejidad del procedimiento que se pretende imponer, aún no ha sido dado a conocer el acuerdo que nos afecta a los centros. De ahí que tanto nuestras revistas, como los libros de las diferentes series no puedan ser publicados.

         Si tenemos en cuenta que la actividad principal de la Institución y de sus Centros ha sido difundir la investigación científica a través de sus publicaciones, la situación es especialmente grave, dado que ha quedado interrumpida una labor que, a lo largo de más de medio siglo, había convertido a la Institución en un referente científico con amplio eco en toda España. Pero, además, si todo ello es preocupante mucho más lo es la interrupción en la publicación de las revistas, dado que la correcta periodicidad es uno de los factores que se tienen en cuenta a la hora de evaluarlas y constituye la base de los intercambios con otras entidades.

         Nuestro Centro, por el momento, sigue paralizado. Quizás habrá que optar por la solución que ha tomado el Centro de Estudios Bilbilitanos, pero para ello se necesita fotocomponer la revista y ello tampoco es posible con la asignación presupuestaria anual, sin cumplir los requisitos establecidos. Debe ser, por lo tanto, un mecenas o un voluntario quien asuma este trabajo y nosotros aún no lo tenemos consolidado. Estamos en ello.

         Lo lamentable es que, ante la indiferencia general, un problema burocrático que parece existir sólo en Zaragoza, dado que otras instituciones similares siguen publicando con normalidad, interrumpa o bloquee una labor fundamental para la Cultura aragonesa. ¿A quién beneficia ello?


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