Aunque creíamos haber cerrado ayer el ciclo de crónicas navideñas, nos llegaron después imágenes de los actos celebrados en Ambel que, teóricamente, teníamos que haber recibido antes. De ahí, que hayamos querido dejar constancia de ellos.
Fue el pasado 16 de diciembre cuando un
grupo de miembros de la Asociación de Amigos de Ambel se reunió para emprender
la marcha, con el fin de instalar el tradicional belén senderista que, cada
año, colocan en un lugar diferente.
Fue un agradable recorrido, favorecido por
el buen tiempo, en dirección a la cabaña de Esperinas donde iban a colocar el
Nacimiento que, el año pasado, estuvo bajo la sombra de un olivo centenario.
Una vez en la caseta, comenzó la
decoración de la misma y la colocación del Nacimiento, labores en las que
colaboraron todos.
Este fue el resultado final con el pequeño
Nacimiento enmarcado por las recias paredes de piedra sea de la cabaña, que también
conserva el dintel de madera en el que fueron fijadas algunas estrellas.
Antes de regresar, los participantes posaron
ante su obra, poniendo fin a la jornada con un chocolate con pastas y
refrescos.
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