Por su escasa presencia en nuestra zona, la nieve siempre constituye un espectáculo en cierto modo fascinante, dejando a un lado las numerosas molestias que ocasiona.
Un día después de que uno de nuestros ilustres colaboradores ofreciera una recepción en su finca “toscana” (hay también otra que lleva ese nombre), en una luminosa mañana, la situación había experimentado un cambio espectacular, con la nieve cubriendo sus dilatados predios en las proximidades de “El Piojo”.
Al que también sorprendió la nieve fue a “Bombón” el cariñoso gato que nos visita con frecuencia y que recorre los tejados del entorno de la Casa de Aguilar. Ayer, nada más iniciar su habitual “excursión”, tras pisar la nieve no quiso avanzar un paso más y se refugió en el interior del edificio contiguo.
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