martes, 16 de enero de 2024

Cartillas educativas del pasado

 

         Entre las donaciones recibidas recientemente en nuestro Centro, destacan dos cartillas educativas que llegaron a nuestra ciudad en el marco de una de las Cátedras ambulantes organizadas por la Sección Femenina que, en su momento, tuvo un amplio eco.

         Las llamadas “Cátedras Ambulantes” eran unos cursos de dos meses de duración que, en localidades del ámbito rural, llevaban a cabo instructoras de la Sección Femenina. Dirigidas a las mujeres, abordaban diversas materias, gozando de especial interés las de Cocina, haciendo uso del famoso recetario que continuó editándose cuando ya se había extinguido la organización que lo había creado. Se enseñaban manualidades y se dedicaba también mucha atención al fomento de la Higiene y a la Puericultura.

         Las “Cátedras” y la labor desarrollada por la Sección Femenina ha sido objeto de varios estudios recientes, entre los que queremos mencionar el Trabajo de Fin de Máster de Irene Pérez Martín, presentado en la Universidad de Zaragoza, en el que inserta una relación de todas las localidades de la provincia que contaron con esos cursos, aunque no menciona a Borja, donde tenemos constancia cierta de que los hubo, al menos en una ocasión.



         Una de las cartillas a las que nos estamos refiriendo es la que lleva por título Cartilla de la Madre, surgida en el marco de una campaña de “Lucha contra la mortalidad infantil” que, en aquellos años, era un problema preocupante.

         Ilustrada con sencillos dibujos, ofrecía breves consejos para el cuidado de los niños en diferentes etapas de su crecimiento: durante los primeros cinco meses; de cinco a ocho meses; de ocho a doce meses; y de uno a dos años. Al mismo tiempo se explicaba la forma de evitar las diarreas del verano y la tuberculosis, otra de las plagas de la época; todo ello acompañado de un calendario de las vacunaciones obligatorias por aquel entonces.


La otra publicación es la Cartilla de Higiene que, como la anterior, tuvo una gran difusión con varias ediciones. Había sido presentada en 1953, dentro de la Campaña de Higiene emprendida por la Sección Femenina para mejorar las condiciones del medio rural.

 


         Sus características eran muy similares, en forma de pequeños mensajes, ilustrados con sencillos dibujos, a través de los cuales se preconizaban actuaciones higiénicas que hoy pueden parecernos sorprendentes, pero hay que tener en cuenta que, en aquellos momentos, no había servicios domiciliarios de abastecimiento de agua ni alcantarillado, de ahí que se incidiera en el baño y el lavado de las manos “sin necesidad de instalaciones costosas”.

         Aire, sol y agua eran los elementos recomendados para una higiene de la vivienda. Asimismo, se insistía en la higiene del vestido y de la alimentación, junto con el lavado de los dientes, práctica que muy pocas personas llevaban a cabo y no nos referimos a épocas remotas, sino a otras mucho más próximas, lo que incidía en el gran deterioro de las dentaduras de la mayor parte de las personas.

         Curiosas publicaciones que hemos incorporado a nuestros fondos, como recuerdo de un pasado no demasiado lejano que, algunos de nosotros, hemos conocido.



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