Continuamos ofreciendo imágenes de las plantas y flores que Enrique Lacleta realizó en el Horcajuelo. Como ocurrió con las de ayer, hemos intentado identificarlas, aunque advertimos de la posibilidad de cometer errores, debido a nuestros limitados conocimientos en esta materia, confiando en las correcciones de los expertos.
Esta primera fotografía la hemos
relacionado con un liquen de la familia Parmeliaceae, el Hypogymnia
physodes, que tiene un talo de un color verdoso. Sus lóbulos son de color
blanco, con una superficie inferior arrugada y de color negro.
Pensamos que esta planta es Saxifraga
moncayensis, de la familia Saxifragaceae, y endémica del Sistema Ibérico.
Fue descrita por David Allardyce, en 1964, precisamente en el Moncayo.
Otro tanto ocurre con esta especie de
musgo que puede corresponder a Bryum gemmiparum, dado que forma céspedes
de gran extensión y de un color amarillento verdoso.
En este caso ¿Son flores de Salix atrocinerea, el
sauce cenizo?, un arbusto que puede llegar a alcanzar 22 metros, pero las hojas
no lo parecen.
Estas flores parecen ser de la hepática común o trébol dorado
(Hepatica nobilis), una planta herbácea muy frecuente cuyas flores tienen un
epicáliz compuesto de tres brácteas pequeñas y enteras, y de 5 a 8,
(normalmente 6), piezas coloreadas, generalmente azules, similares a pétalos.
El androceo está formado por numerosos estambres blancos, y el gineceo por un
número indefinido de carpelos libres.
Esta flor pertenece a una planta de la
familia Gagea, un género de la familia Liliaceae, que cuenta con
muchas especies. El nombre le fue dado en honor al naturalista inglés Sir
Thomas Gage. La mayor parte de ellas presentan las flores amarillas con seis
tépalos libres, formando generalmente una estrella, a veces una campana.
Terminamos con esta bonita flor de Taraxacum
officinale, conocida popularmente como diente de león o achicoria amarga, cuyas
flores son hermafroditas y de un llamativo color amarillo dorado.
Se le atribuyen numerosas propiedades
farmacológicas y su empleo culinario goza de tradición, tanto crudas como
hervidas o fritas. Incluso se ha utilizado como sustitutivo del café y de la
achicoria.
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