Tal día como hoy, 26 de abril, pero de 1926, nació en Borja D. Fernando Sancho Casanova que aprendió el oficio de tipógrafo en la imprenta que tenía su padre en esta ciudad. Representó el último eslabón de una excelente cadena de profesionales de las Artes Gráficas, establecidos en Borja, como Mariano López Porras, Tomás Mendiri, Victorino Zaro Guillomía y Fernando Sancho Guillomía.
La imprenta Sancho es heredera del establecimiento
tipográfico de Victorino Zaro Guillomía (al que corresponde esta foto), un
excelente tipógrafo que había aprendido su oficio en los talleres de Mariano
Casañal de Zaragoza. En torno a 1900 se estableció en Borja, donde poco antes
había cerrado la imprenta que regentaba D. Tomás Mendiri, fundada a mediados
del siglo XIX.
Victorino Zaro fue quien trajo a
Borja el primer motor eléctrico industrial, para mover la máquina “Minerva”
alemana que había instalado en su imprenta y que conserva nuestro Centro. La
puesta en marcha de aquel “revolucionario” sistema fue todo un acontecimiento y
se llegaron a apagar las luces de la ciudad, como precaución, antes de arrancar
el pequeño motor.
Falleció en 1937 y se hizo cargo de
la imprenta su sobrino D. Fernando Sancho Guillomía, continuando la tradición
familiar su hijo D. Fernando Sancho Casanova y, en la actualidad, sus nietos D.
Fernando y Dª Josefa Sancho Yoldi.
Tuvimos la fortuna de tratar a su
padre, una persona perteneciente a una generación de auténticos artesanos,
amantes de su oficio que componían manualmente, produciendo obras de gran
calidad. De sus manos salieron programas de fiestas, folletos e incluso
periódicos locales, como Lauro.
Enamorado de su profesión, nos dejó
también libros de gran calidad, como los editados por el Grupo “La Bóveda”: Viajero
interior, de Manuel Pinillos, el poemario de Simeón Martín Rubio, El
aire de un momento o El Fotógrafo volador.
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